Parallel Generation ● Treasure

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Dedicado a: tOtiel___mII

Qué es a lo que más le temen los adolecentes?

La muerte?

No.

La vida?

Tal vez.

Otros adolecentes?

Sí.

Los adolecentes viven con miedo de otros adolecentes que tienen una vida rota. Viven con miedo a que su vida de cristal se rompa a causa de ellos.

Pero al final todos están rotos, todos están hechos de cristal y fingen estar hechos de metal.

Y cuando uno se rompe por completo, qué queda?

Cenizas.

Cenizas de lo que alguna vez fue un hermoso cristal, y que brillaba más que nada.

Y qué pasa cuando los adolecentes no pueden más? Cuando terminan con todo. Son débiles?

No, no lo son.

La débilidad no existe para aquellos que intentaron repararse ellos sólos. No existe para aquellos que se mantuvieron fuertes a pesar de quebrarse de a poco. No existe, porque el simple hecho de haber soportado con todo, y de haberlo intentado, los hace fuertes.

Terminan con todo porque no tienen esperanzas. No sienten felicidad. Y sólo hay un vacío en sus vidas.

No son débiles, sólo ya no son ellos mismos. Se perdieron y no se pudieron encontrar.

Jeongwoo miraba a su alrededor, y cómo su habitación estaba completamente sola. Eran las dos de la mañana y el sueño no parecía llegar.

Tenía un nudo en la garganta a pesar de que ya se encontraba llorando. Tenía un dolor en el pecho y sus manos temblaban.

Desde cuándo pasaba eso? Desde cuándo le tuvo miedo al mundo?

Desde cuando todo parecía tan opaco, que no le causaba felicidad?

Haruto y Junghwan ya eran pareja, y debería estar feliz. Pero a pesar de mostrar su sonrisa, no podía sentir la felicidad que debía sentir.

Es triste. Ellos son felices, pero Asahi tiene su corazón roto.

Aquellos chicos se divierten arruinando la vida de otros, mientras que los demás sufrían las concecuencias.

Mientras que unos son felices, otros sufren.

Todo es tan injusto, que te quita todas las esperanzas.

Así que sólo queda levantarse e intentarlo, aunque duela y lastime. Jeongwoo estaba cansado, pero sabía que tenía esperanza.

Tenía a Yoshi, quien se preocupaba por él y lo ayudaba. Lo hacía sonreír y lo acompañaba. Le hacía saber que no todo estaba acabado, y que el dolor tarde o temprano pasará.

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En esa misma noche. En ese mismo momento y misma ciudad, alguien más lloraba en su habitación.

Asahi lloraba envuelto en su cobija, con su corazón doliendo, recordando la platica que había tenido con Haruto.

- Sé que peleamos todo el tiempo, pero no te odio. No te odiaba antes y no te odio ahora. Eres amigo de Jeongwoo aunque me cueste aceptarlo, y... también eres el mío. Jeongwoo me dijo que no fuera duro con mis palabras, tampoco que dijera algo que pudiera herirte. Me dijo que nadie tiene la culpa en estos momentos... y es cierto. Y sé que te alejarás de mí por un tiempo, así que sólo espero que cuando sanes, sigas insultandome y quieras ahorcarme por lo mucho que ronco..