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- Te dije que si te volvías a levantar tarde, dejaría que te fueras solo a la escuela. - decía Jihoon encendiendo el auto, mientras que Yoshi empezaba a dormirse en el asiento del copiloto.

- Pero me levanté... - habló arrastrando sus palabras.

Jihoon lo mira y empieza a aplaudir, haciendo que Yoshi abriera los ojos de golpe y volviera a una buena postura. - Te levantaste hace diez minutos, es una suerte que te hayas lavado los dientes. - empieza a conducir.

Yoshi frunce el ceño y mira el perfil de Jihoon. - Quién dice que me lavé los dientes?

Jihoon muestra una mueca de asco. - Que asco, Yoshinori!

El japonés niega y suelta una risa. - Es broma. - responde llevándose una mano a su boca, oliendo su aliento. Levanta su mirada y mira hacia la calle, en donde el de pelo morado caminaba nuevamente. - Mira! - lo señala. - Mahiro!

Jihoon voltea y mira a dónde su primo señalaba. - Mashiho, idiota. - lo corrige.

- Como sea. - le resta importancia. - Para el auto, vamos a llevarlo.

Jihoon no dice nada y se acerca a la banqueta, cerca de Mashiho, quién no los había visto. - Oye! - alzó la voz para que lo escuchara.

Mashiho saltó mientras caminaba, deteniendose para ver quien le había gritado, notando al rubio de detención. Se acercó lentamente, con una sonrisa extraña. - Hola?

- Quieres que te llevemos? - pregunta amable, señalando la parte trasera del auto. - Falta poco para que cierren la escuela.

Mashiho sonríe con alivio, asintiendo. - Por favor. - dice, caminando a la puerta de atrás, en donde Jihoon le señaló que se subiera.

Al subirse, Jihoon empezó a conducir y Yoshi volteó hacia Mashiho, quién le sonrió amable. - Siempre llegas tarde a la escuela?

Mashiho asiente, poniendo su mochila a su lado. - Sí, nunca escucho mi alarma.

Yoshi lo señala con una sonrisa. - Me pasa lo mismo. Pero esta persona llega y me grita en el oído para que me despierte. - señala a Jihoon. - Funciona, pero no lo recomiendo.

- Oye! - Jihoon se queja, haciendo reír a Mashiho. - Tienes suerte de que mi melodiosa voz te despierte.

- Tú tienes suerte de que no te golpee al despertar. - lo señala. - Me gritas como si hubiera un terremoto.

- Sólo así te despiertas.

- Me voy a volver sordo y tendrás que cuidarme hasta la muerte. - le advierte. - Estás advertido, Park Jihoon.

- Ya deja esas cosas, no ves que tenemos invitados? - pregunta señalando a Mashiho con la cabeza.

- Él debe saber de tu maltrato hacia tu pobre primo. Así sabrá la razón por la que me quede sordo en el futuro. - mira a Mashiho. - Serás mi testigo, bien?

Mashiho asiente, divertido por la situación. - Claro.

Unos minutos después llegaron a la escuela, en donde Jihoon estacionó el auto y los tres bajaron del mismo, teniendo a Mashiho riendo por las cosas que los primos decían.

- Lo siento. - Mashiho se disculpa mientras ríe, tratando de ocultar su risa con su boca. - Hablan muchas cosas sin sentido, mi madre los amaría.

- Tu madre ya nos ama. - responde Jihoon, caminando a un lado de Mashiho y Yoshi. - Ella nos llevó pastel el primer día que llegamos.

- Enserio? - pregunta sorprendido. - Ella nunca me hace pastel.

- Te compartiría del que nos dió. - responde. - Pero este ya se lo comió. - señala disimuladamente a Yoshi. - De hecho, ya se acabó toda la comida. - Jihoon abre de más los ojos. - Yoshi! - voltea a ver a su primo. - Ya nos acabamos la comida!

Parallel Generation ● TreasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora