Empieza la cuenta regresiva

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La madre uzumaki se había desmayado por recibir tal noticia. Sakura y Hinata le dieron auxilio inmediatamente, al fin de cuentas estaban en un hospital.

Pasada media hora la pelirroja despertó un poco confundida. Pero al ver a ambas jóvenes poco a poco recobraba el sentido.

Hinata... Y un bebé.

El bebé de Naruto.

Su futuro nieto.

Su cara mostró emoción al saber que un bebé llegaría a la familia. Por su mente empezaban a cruzar miles de preguntas, una de ellas tenía que ver con el cabeza hueca de su hijo.

¿Naruto lo sabía?

— Hinata, ¿Él lo sabe?

Ella solo agachó la cabeza apenada.

Por un momento Kushina se enojó. No podía creer que jugarán al gato y al ratón tanto su hijo cómo Hinata. Aunque entendía por qué la Hyuga lo hiciera, pues Naruto no había sido un caballero con ella desde un principio.

— Oh Hinata, pequeña Hinata. No soy nadie para juzgar, pero Naruto tiene que ser responsable del bebé que esperas. Todo lo que le he enseñado se iría por el caño si no lo hace.

Ambas chicas rieron. Pues la Uzumaki siempre había sido una mujer excepcional.

En ese momento la azabache quiso contarle todo lo sucedido a la suegra que siempre quiso tener. Cuando la conoció, supo que la pelirroja era una mujer amable y buena. Y no olvidar que era realmente hermosa, una razón más para que Naruto fuera todo un galán en ese entonces.

— Tú y yo hablaremos después, solo quiero saber que tú y mi nieto están bien.

— c-claro Kushina. Y créame que todo se solucionará.

Sakura mientras tanto veía con tristeza toda la escena, y por un momento pensó que todo esto se hubiese evitado si el idiota de Naruto no fuese un cretino. Por cierta parte agradecía que el rubio sufriese, pero no a costas de la felicidad de su amiga.

Mientras tanto, Kakashi era el hombre más feliz del mundo, pues iba a casarse con el amor de su vida.

Esa mañana había llamado a Obito y le había dado las buenas nuevas. Incluso Rin saltó de alegría al saber que su amigo y jefe llegaría al altar.

Todos los de la oficina se alegraron por el pelo gris, pues consideraban que Kakashi era una persona muy buena que merecía lo mejor del mundo.

— No te preocupes Kakashi, cuando quieras yo ayudare a Hinata a escoger el vestido si lo deseas— había dicho Rin.

— Claro que sí, todo lo que sea de ayuda bastará. Quiero hacer la boda más grande del mundo. Hinata merece la mayor celebración de todas.

Terminó la llamada e inmediatamente realizó más llamadas. Pues quería buscar ayuda profesional para organizar una boda. Todo mundo había estado ocupado con la boda de Naruto y Shion, así que levantar los ánimos y la sorpresa sería algo difícil.

Todo por su bella Hinata.

— Voy a ser padre ... Voy a tener un bebé.

Naruto estaba tirado en el suelo de su casa, después de haber destruido el lugar y haber puesto todo patas arriba. No fue lo más sensato, pero no podía sacar toda la frustración que albergaba su alma.

— Hinata debería de estar a mi lado. No con el idiota de Kakashi. Él no la merece.

— ¿Y tú si?— Sasuke Uchiha estaba entrando al lugar. No pensó que fuese un desastre.

— ¿Qué mierda haces aquí?

— Vine a ver a mi mejor amigo, pero veo que estás ocupado.

Sasuke no podía evitar reírse de ver a Naruto en ese estado. Estaba algo apenado también por la situación, después de todo era su mejor amigo y le molestaba el enredo en el se había metido.

Estúpido Naruto.

— vete de aquí, no estoy con humor para aguantarte.

— yo diría algo así. Al parecer el berrinchudo ahora eres tú. Levántate del suelo que lo vas a estropear.

— Sasuke... Vete.

El azabache quería irse. Pero al estar en el trabajo los chismes habían viajado tan rápido que cuando lo supo, escupió el café de la boca.

— diablos... Solo lo diré. Hinata va a casarse con Kakashi. Todavía no sé cuándo, pero el viejo ya está dando la noticia a todo mundo.

Naruto dio gracias que estuviese en el suelo, ya que al escuchar la noticia de Sasuke perdió la sensibilidad y se desmayó.

Mientras tanto, un pelo negro se dirigió a la cocina a hacerse un café y un sándwich. Ya que escupió el suyo en la oficina por Santa noticia.

— esperaré a que despierte. Tal vez quiera acompañarme a beber o algo así.

Naruto despertó después de un rato. Sasuke estaba acostado en su sofá y el lugar olía a café de cafetera.

— pero qué mierda.

El rubio tomó una almohada y se la aventó a su amigo quién dormía plácidamente. El Uchiha se levantó asustado del impacto del golpe tanto así que terminó rodado del sofá.

— Oh vaya, al fin despiertas. Y dime, ¿Cuál será tu siguiente gran jugada?

— No lo sé. Realmente esto se me ha salido de las manos.

— desde hace años Naruto, pero eres un hombre y el amor de tu vida se va a casar con alguien que no eres tú.

A pesar de que Sasuke era un idiota tenía razón. Cada vez que se acercaba a Hinata terminaba estropeando todo. necesitaba tiempo para pensar, pero no tenía tanto como para hacerlo.

— creo que necesito hablar con ella y recuperarla.

— vaya, hasta que piensas dobe. Por cierto... ¿No quieres ir a beber? Oh salir a jugar boliche.

— Ya te dije desde el otro día que no.



Hola a todos. Últimamente he estado ocupada con la escuela y escribiendo otras historias. Si quieren enviarme mensaje o algo parecido lo haré. También estoy pensando en eliminar algunas novelas, al menos que me digan que no. También quiero escribir algo kakahina. En fin, los estoy leyendo.

Dímelo dos veces |Naruhina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora