El regreso de Jiraiya

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El viejo hombre llevaba tiempo que se había retirado de los negocios y se escapó con una hermosa mujer al Caribe.

Estaba disfrutando y aprovechando al máximo su momento de calma, hasta que atendió aquella llamada telefónica, y con un suspiro del alma supo que tenía que abandonar su paraíso.

Tenía que regresar y poner las cosas en orden. Pero no todo en la vida era caos y tristeza, pues el viejo ex presidente del bufete llegaba con buenas noticias.

Minato se encontraba en el despacho de su casa, resolviendo el desastre que su único hijo había ocasionado. Su mente estaba absorbo en sus pensamientos cuando una risa lo hizo bajar las hojas que sostenía en sus manos.

- Jiraiya.

...

Kakashi realizaba papeleos en su despacho. Desde que se había comprometido parecía que vivía en un mundo de miel y hojuelas. Y se permitía faltar cuando lo desease.

Como su prometida ya no podía acompañarlo estar ahí le parecía aburrido, cosa que nunca le ocurría. Hasta que su amigo Óbito casi lo trajo a rastras para que trabajara.

- Eres un tipo afortunado. - dijo su mejor amigo.

- Claro que lo soy. Quién lo diría, que ser dedicado traería cosas buenas.

Obito miró a Kakashi y sonrió. Había sido su amigo por tanto tiempo así que sabía a lo que se refería.

Muchas mujeres quisieron acercarse al Hatake solo por qué sabían el destino que este tendría en el despacho de su padre. Además de Hinata, Rin era de las pocas mujeres que conocía que no era una mujer interesada.

- Así es Kakashi. Y cómo soy tú padrino, tenemos que ver ciertas cosas de la boda. Ya que Hinata está en un estado poco delicado por lo del embarazo.

El pelo plateado suspiró. Su mejor amigo no sabía que su prometida lloraba mucho y no sabía el porque. Así que mantenía en secreto que al llegar a casa, consolaba a Hinata.

Al principio creyó que se trataba por el embarazo y las hormonas la alborotaba de cierta manera.

Pero algo dentro de su corazón le indicaba que había algo más.

...

Minato se levantó de su asiento y abrazo a su mentor de toda la vida. Quién también era el padrino de su hijo.

- Acabo de llegar de un viaje en el caribe, y me entero que todo es un caos. Pero sinceramente no estoy molesto.

El Uzumaki sintió verguenza frente al viejo. Pero al contrario, parecía como si le hubiesen dado la mejor de las noticias.

- Jiraiya. Te he fallado. Todo lo que me enseñaste sobre ser el mejor y tener exito lo he mandado al diablo.

el peli blanco se sentó en un sofá de la sala y sacó un puro de sus bolsillos. Acababa de llegar del viaje que le cambió la vida. Y ahora también le mostraria el camino correcto a su legado.

- Minato. Desde que tus padres murieron yo quedé a tu cargo. Siempre te di lo mejor y te enseñé que para triunfar hay que tener éxito. Te forcé muchas veces para que estudiaras horas extras, para que no fueras a los bailes o fiestas con tus amigos. Para que al día de mañana fueses el mejor de todos.

- Claro que sí- exclamó Minato- Y estoy agradecido por eso.

Jiraiya lo miró tristemente.

- Pero lo que en verdad hice, fue quitarte libertad, te quité tú vida. El exito no lo es todo si no eres feliz, y si no tienes con quien compartirlo.

Dímelo dos veces |Naruhina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora