Dímelo dos veces |Naruhina|

Una Competencia Dispareja.

Unos ojos plateados del color de la luna albergaban sus sueños esa noche. Después de dejar a Hinata no pudo dejar de pensar en ella. No entendía en que se había equivocado esta vez. Había sido delicado con ella, al tal grado de no exponerle sus sentimientos así de golpe.

Tenía que revisar los puntos de un caso en la oficina pero no le importaba. Deseaba hablar con ella y saber que ocurría. Sin tan solo conociera el por que el extraño comportamiento de la chica anoche, podría correr a H&A inmediatamente y pedirle perdón aunque no tuviera la necesidad.

Pensaba que estar enamorado de Hinata Hyuga le traería tristeza y horror, pero fue lo que lo salvó de una vida vacia he infeliz.

Incluso estaba pensando seriamente en casarse con ella. Oh si, el sr. Naruto Uzumaki en el altar, con una argolla al dedo y diciendo ¡si!, acepto.

Si lo vieran todas sus antiguas conquistas, lo odiarian más de lo que ya lo hacen. Pero solo ellas entraron en su vida para llenar el espacio que siempre fue de Hinata Hyuga.

Con un traje caro y un amargo sabor de boca salió directo a la oficina.

Mientras tanto el viejo kakashi se encontraba en la junta con sus socios. Todos alabaron el trabajo que se realizó en Seatle. Él ya estaba aburrido del tema, solo sonreía ya que parecía que a Hinata le agradaba ser elogiada. Maito Gai, un abogado especializado en jovenes fue él que indicó que le orgullecia que las masas fuesen por el buen camino.

Kakashi solo rodó los ojos, ya conocía la intensidad de su buen amigo.

Hinata a pesar de lucir cansada estaba preciosa al igual que siempre. Su jefe parecía un adolescente observando a la persona que le gusta en el salón de clases, la joven parecía ajena a las acciones de su jefe.

Ayer al hablar con su amiga y comfidente, decidió que invitaría a Hinata a salir. Si ella lo rechazaba no habría ningún problema, ella era libre de decidir cualquier cosa.

Pero en lo más escondido de su corazón esperaba que Hinata aceptarán.

La junta había sido todo un éxito. Los socios estaban satisfechos con los resultados dados en la junta. Luego de varias felicitaciones las personas salieron para retirarse a su hogar.

Hinata estaba agotada. Deseaba irse para poder ir a comer, no lo había hecho y estaba hambrienta.

Era ahora oh nunca. Todo fue muy rápido para Hinata, pareció una eternidad para kakashi. Él se acercó tímidamente hacia el escritorio de la Hyuga. Ella no lo notó por que se encontraba pensando que comería al salir.

- fue buena junta Hinata. Me alegró mucho que todo esté perfecto.

- oh sr. Hatake. Pensé que ya se había retirado, a mi también me alegra. Eso significa que no habrá problemas con la auditoría el próximo mes.

- así es, y si lo hay, cuento con la experta en finanzas en mi equipo.

- así es sr. No dejaré que nada se me escape de las manos. Todo Estará en orden.

Hinata colocaba su abrigo. El pronóstico indicaba lluvia, así que tendría que irse rápido para no mojarse.

- sr. Hyuga espere. Antes de que se marche, quiero hacerle una invitación a cenar esta noche.

- ¿disculpe?

Había tratado de olvidar lo ocurrido en su viaje. Pero no podía negar que le gustó ser besada de tal manera, después de aquello todo siguió su curso. Kakashi seguía como el buen lider que era y ella como su asistente. Solo pensaba que había sido calor del momento, ¿cierto?