Dímelo dos veces |Naruhina|

Las cosas que pasaron en Brasilia.

En situaciones anteriores su mejor amigo Sasuke Uchiha había mencionado lo que había pasado en Brasilia. Pero lo que nadie sabía es que en realidad habían hecho un desastre.

Tanto así que juraron no volver por la vergüenza.

Mentira, el moreno volvería con o sin Naruto.

Antes de que el rubio dirigiera el bufete de la familia. Él se encontraba en las afueras de la ciudad, preparándose para suplir a Jiraya cuando fuese el momento.

Esta era su gran oportunidad para demostrarle a su padre que todos sus esfuerzos habían valido la pena. Los años de estudio y perderse de grandes experiencias al fin darían sus frutos.

Bueno, no lo había perdido todo. Pues su amigo Sasuke nunca lo dejó solo, aunque a veces querían matarse uno al otro.

Esa tarde no fue la excepción.

Naruto estaba leyendo unas nuevas leyes que se habían reformado, quería informarse para casos futuros. Hasta que tocaron la puerta de su departamento con mucha energía.

Con las hojas en las manos y un suspiro, camino lentamente para abrirle a su imperativo amigo.

Sasuke llegó sudando y agitado, como si acabase de correr una maratón, o peor aún, lo estuviesen correteando para darle su merecido.

Naruto deseó que fuese lo segundo.

— Narutoooo... - gritó su amigo ya estando dentro de su hogar.

— Dime por favor que no son malas noticias.

— Está vez no ... Creo. Cómo sea.

Antes de que el moreno explicase por qué lucia así. Sin que el dueño del departamento le invitase a sentarse, el Uchiha ya se había desplomado en el sofá.

— Como ya falta poco para que tomes la directiva en lugar del viejo Jiraya, pensé que teníamos que hacer algo para festejar por lo que has logrado.

Por un momento el rubio miró a su amigo de una forma extraña. Cuando Sasuke tenía ese tipo de gestos, siempre terminaba mal. Y con un Minato regañandolos al final.

— Muy bien, y qué pensaste esta vez. Dime qué no vamos a terminar arrestados.

— Claro que noooo, en teoría. Incluso te va a gustar la idea.

Naruto ya estaba pensando en cómo decirle que no, cuando vio a Sasuke sacar unos boletos de avión de su bolsillo.

— Pensé en regalarte la mejor aventura de tu vida.

— ¿Disculpa?

— Necesitas un viaje salvaje antes de que tomes un trabajo importante. Perdiste muchas cosas por tu obsesión de complacer a Minato, que no aprovechaste tu vida.

— Bueno, si pero ...

— No lo trates de justificar. Desde que estudiabas solo has estado sumergido en trabajos y mantener tu imagen de estirado, ¿Oh necesito recordar tu estupidez de preparatoria?

Al pensar en eso Naruto tuvo un hueco en el estómago. Pues eso había sido el peor error de su vida, de la cual por cierto aún no se había recuperado.

— Pero Sasuke, gracias por tu preocupación, pero no creo que sea buena idea.

— ¡Pero claro que lo es! Mira, si te apresuras y tomas algo de ropa, Rock Lee nos llevará al aeropuerto y ...

— ¡ No! No, no, no, no. Por más que insistas, no voy a ir a ningún viaje contigo sin saber el destino. ¿Oíste? Naruto podrá ser muchas cosas, pero no es alguien que cae un tus juegos... Te lo advierto Sasuke.