cuando caigas, por favor levántate.

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Parte 2

Acababa de recibir un beso mágico. Por el simple hecho de que borro su tristeza un momento. su realidad se estaba distorsionando de tal manera que no le importaba si ya comenzaba a ver fantasmas. Ya nada podía empeorar.

En ese momento vio como su jefe se disculpaba por tal acto. Su cara no cabía otra que no fuera vergüenza y pena. La frase lo siento la repitió un millón de veces. Y Hinata no podía creer que su jefe fuera tan adorable.

 - Hinata por favor. no te enojes por favor. Esto no fue nada profesional de mi parte.

Kakashi quería golpearse por haber sido tan descuidado. Era cierto que antes la habría besado, pero ese momento no se trataba de sus sentimientos, estaba ahí para consolar a Hinata por el compromiso de Naruto, ya que sabía de los sentimientos de ella hacia él.

- Kakashi ... no estoy enojada con usted- dijo Hinata en voz baja

La cara del mayor paso de la vergüenza a estar confundida.

- Usted no tiene por qué arrepentirse por su acto. A sido muy dulce conmigo y todo lo que tengo se lo debo a usted.


Había pasado por mese estresantes por cierto chico de cabello negro. Pero al fin se tomaba un descanso de su arduo trabajo, y se relajó en la sala de su departamento. Tomó un sorbo de su café cargado y revisó el periódico como todas las mañanas.

Cuando leyó la primera página rápidamente escupió el sorbo que tenía en la boca. Era Naruto Uzumaki sonriendo junto a una tal Shion, ambos lucían trajes de gala, posando para las cámaras. En letras muy llamativas, se podía leer sobre su compromiso y sobre posible fecha de boda.

Se levantó rápidamente del sofá  y tomó sus llaves. Sabía que su amiga la necesitaba.


Sakura pasó por Io a donde trabajaba. Cuando vio a Hinata destrozada en la calle y supo lo ocurrido, no tardó mucho en hacer un escándalo hacia su jefe. Desde insultos y groserías, destrozo todo a su paso.

- Sabía que eras un idiota Naruto pero no pensé que tanto.

Le gritó a su ex jefe. Quien lucía la mandíbula tensa con el alboroto de la chica. Mientras tanto su prometida se encontraba sentada entre las piernas riendo al ver a Ino ser arrastrada por los de seguridad.

- ¡ se pueden ir todos al diablo. renuncio!



Ambas chicas fueron al departamento de Hinata. Quien lucía muy demacrada por la situación.

- Hinata, siento no  apoyarte desde un comienzo. no pensé que las cosas se pusieran muy mal después de todo.- Dijo Sakura mientras abrazaba a su amiga.

- Al parecer Naruto se vengó de ti después de todo.

- Me alegro no trabajar para él y su horrenda prometida. Iba a renunciar de todas maneras.- Ino les contó el percance en la oficina, y que no se arrepentía de nada.

- Pero ahora no tienes trabajo Ino, y todo por mi culpa- Dijo Hinata sintiéndose culpable.

- Descuida, eso no es lo importante por el momento. Solo queremos que estés bien Hinata.

- Si, Ino pasará tiempo en mi departamento mientras tanto. No tienes de que preocuparte.- Dijo Sakura.

Esta situación le molestaba también. Llevaba meses atendiendo a Sasuke y perdiendo tiempo con él, que no se dió cuenta de lo que estaba pasando. Y al parecer él tampoco sabía. La última vez que habló de Naruto con él, fue que el rubio estaba enamorado de Hinata. Y que era demasiado idiota como para abrir sus sentimientos. Pero tal parece que tendría que investigar más a fondo.




Kakashi se encontraba de muy buen humor. Hinata le había dado paso para conquistarla después del beso en la oficina. Estaba tan felíz que incluso no podía dormir, se había levantado a hacer ejercicio en su gimnasio desde las cuatro de la mañana. 

Pensaba en las posibilidades de poder mejorar el escenario de ese beso. En todos los ángulos perfectos e inexistentes, hasta deseaba que alguien hubiera tomado foto del momento.

¡ Lo ascendería!

Después del ejercicio se dirigió hasta su jardín, donde el mismo plantaba las flores del lugar. Desde que vive solo tomó un gran cariño por la jardinería. Pero su orgullo eran las rosas rojas, las cuales su madre le había dado antes de morir, para que su recuerdo viviera las planto y ahora tenía muchas.

Corto unas cuantas y las puso en agua, para después ponerlas en un arreglo. No era el más caro de todos, incluso no se comparaba con los arreglos de girasoles. Pero esperaba trasmitir lo que sentía hacia Hinata.







Nota del autor:  estoy escribiendo desde la laptop y aun no se como acomodar el formato. mientras seguire actualizando así más seguido. pasen y lean mis otras novelas, que tambien actualizare seguido

Dímelo dos veces |Naruhina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora