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México
8 de agosto
No había dormido lo suficiente, no había parado de pensar en lo que mi padre me había dicho y el tiempo que me había dado para publicar ese libro y al mismo tiempo ser el más exitoso.
No me daría tiempo de escribir un libro en un mes haga lo que haga.
No tenía mucho trabajo, con toda tranquilidad podía empezar de nuevo pero la verdad es que no me sentía inspirada por nada. Estaba preocupada, ahora que lo pienso no sé cómo se me ocurrió competir con mi padre de está manera.Mis libros en la computadora me hicieron quitarme un poco esos pensamientos. Estaban todos aquí, todos los que había hecho en estos 15 años, se que no sería problema publicarlo ya que el señor Rodrigo me había insistido con lo mismo siempre. Nunca me sentí preparada pero ahora tomaré su palabra.
Revisé la reseña de cada libro, todos eran buenos pero no lo suficiente para ganar, por otro lado sé que no comenzaría de cero, tenía el apoyo de muchas personas que conocí en la misma editorial a lo largo de mi trabajo pero no sé si eso sería suficiente para impulsar mi libro en un mes.
Solo tenía una opción, publicar uno de los libros que ya tenía escrito. Solo así ganaría tiempo.
Salí de mi oficina rumbo a la del señor Rodrigo. No tardó mucho para atenderme.
—¿A qué debo tu vista tan temprano querida Melody? —. Preguntó el señor Rodrigo con una inmensa sonrisa en su rostro.
—Señor Rodrigo, yo solo... Bueno, no sé si se pueda pero...
Él rió —. ¿Qué necesitas? Dime con confianza.
—Quiero que sea honesto.
—Si —. Dijo un poco confundido —. ¿Sucede algo con mi hijo?
—Ay no, por favor no me lo recuerdo.
Volvió a reír —. Es un buen chico, se nota que se lleva muy bien contigo, quizá te siente como la hermana que no tuvo.
—Se la pasa diciéndome madrastra.
—Es su manera de molestar.
—Pero la gente puede pensar otra cosa. Como sea, ese no era el punto.
—Tienes razón, ¿Qué sucede?
—Si a usted le dieran a escoger uno de mis libros, ¿Cuál cree que sería el más famoso? Usted ha leído todos.
—¿Estás bien Melody?, ¿A qué se debe este cambio? Nunca antes me hubieras preguntado algo así.
—Quiero publicar uno.
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FRAGILE LIKE SNOW
RomanceEmpezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad. Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...