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Sin muchos ánimos después de todo lo que en este día había pasado, llegué a casa.
Abrí la puerta imaginando quien estaría en la sala esperando.
Sus pequeño ojos rasgados fueron lo primero que mi corazón captó, había tantas emociones en ellos, no pude contestar a cada una de ellas porque después de todo, lo que reinaba en ellos era la preocupación y el enojo.
—¡¿Dónde estabas?! —Casi gritó.
—Lo siento Keun Suk yo...
—¡¿Sabes lo preocupado que estaba?!
—Keun Suk... —Rogué con pesar.
Sus ojos estaban sumamente dilatados. Su cuerpo temblaba de molestia, mis ojos ardieron una vez más, nunca lo había visto así, nunca pensé que esto doliera más de lo que a mí misma me dolían mis problemas.
—Debí llamarte...
—¡Debiste hacerlo pero no lo hiciste, ¿Sabes lo preocupado que estaba? No lo sabes Melody, imaginé lo peor!
Me acerqué con pasos torpes a él pero en el momento en que sus ojos lo notaron, avanzó los pasos faltantes jalando mi brazo haciéndome reposar en su pecho.
Mis ojos se abrieron sorpresivamente, su preocupación fue representada por la debilidad de este abrazo.
Mis labios se cerraron en la misma manera que mi corazón, quería vivir, quería sentir su debilidad a cada momento para que solo fuera yo quien le dijera que todo estaba bien.Entonces en ese momento lo supe, mis labios y mi corazón se cerraron por completo no queriendo decir nada de lo que me había sucedido. Keun Suk no merecía ser lastimado.
Y si era por él por quién renunciaría al tratamiento, y si era por él por quién debía de aceptar que podría vivir más sin los tratamientos... Iba a renunciar. Iba a vivir lo que tuviera que vivir, sin acortar mi vida, lo haría por él.
—No te vayas Melody, nunca te atrevas a dejarme... Yo, no sé que haría. —Susurró en una voz quebrada.
Correspondí a su abrazo. —No Keun Suk, no me iré... Lo prometo.
Las horas pasaron en total tranquilidad esa noche, Keun Suk intento saber que había estado haciendo pero tan pronto como se dió cuenta de que no diría nada, simplemente sonrió dejándome descansar tranquila.
Destroce la sorpresa que tenía para mí, él quería que juntos fuéramos a acampar, él era un hombre tal natural, amaba ir a acampar y yo había destrozado sus ilusiones de ir juntos.
Su precio creció.
Sentada en la sala un poco aburrida de ver a Keun Suk bajar y subir las escaleras trayendo pequeñas maletas, me hizo bostezar.
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FRAGILE LIKE SNOW
RomanceEmpezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad. Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...