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JANG KEUN SUK
Habían pasado 20 minutos desde la llamada que le había hecho a mi entrenador. La persona que más que un entrenador, también era un buen amigo para mí, alguien que me comprendía, alguien con quién también pasado varios momentos en este último año desde mi regreso.
La copa de licor se movía entre mis manos sin saber si debía seguir esperando o olvidar todo por esta noche.
—¡Keun Suk! —. Me llamaron.
Al momento de escucharlo me deshice de la idea de irme de aquí. Kim había llegado.
Inmediatamente se sentó a mi lado, no lo miré, solo sonreímos a manera de saludo.—Lo mismo que el señor —. Lo oí pedir señalando mi copa.
Lo miré —. Esto no es para ti, es algo fuerte.
Él rio —. ¿Hace cuánto no bebias?
—Hace apenas la semana pasada.
La persona le dió una copa de licor con el mismo que el mío.
—¿Y bien, a qué debo tu llamada? Debo decir que me sorprendió, siempre es Gun Sama —. Dijo algo serio.
—No he tenido mucho tiempo.
—Te olvidas de los amigos querido Keun Suk.
—No digas eso —. Bebí para después sacar la cajetilla de cigarros.
Kim me miró —. ¿Tan mal te sientes? Recuerdo perfectamente que haces esto cada vez que te sientes...
—¿Perdido? —. Pregunté afirmando.
—¿Qué sucede Keun Suk?, ¿Puedo ayudar en algo?
Suspiré, no sabía ni como comenzar.
—Puedes decirme lo que sea —. Me insistió.
Tantas veces ocultando mis sentimientos, muchas veces de sentirme perdido y encontrando la música o la filmación como mi salida. Era hora de decirle a alguien lo que me estaba matando.
—Me enamoré Kim... Y no sé de quién —. Solté sin más.
Kim tosió después del trago.
—¿Qué acabas de decir?
Le sonreí —. No estoy jugando está vez, está vez por más que quisiera detenerlo, no puedo...
—¿Cómo pasó?, ¿Quien es?, ¿Es una de las extranjeras?
Solo lo miré, era hora de contar la historia —. ¿Tienes tiempo Kim?
—Dame un segundo —. Con la mano, le hizo una señal al hombre que nos había atendido —. La botella de este por favor.
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FRAGILE LIKE SNOW
RomanceEmpezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad. Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...