Empezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad.
Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...
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—Salgamos de aquí —. Pronunció esa persona que siempre iba a estar ahí para apoyarme. David.
No sé cuánto había ganado o cuánto había perdido por este solo momento, solo sé que por un momento no quise existir. Por un momento solo quise vivir a lado de la persona que me mostró la vida, no quería volver a ser quien crecí siendo.
Con Keun Suk se me olvidaba obedecer las órdenes de los que parecían tener más. Me dejé de sentir pequeña apesar de su inmensidad y ahora todo lo veía lejos.
David me tomó por los hombros haciéndome regresar por dónde vine.
—Tenemos que salir cuánto antes de Corea, la prensa se ha vuelto loca.
Sus palabras parecían lejanas a mí. Mi vida se había reducido a la imagen que tenía de Samantha y Keun Suk juntos.
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DAVID
—Esto era lo que quería prevenir la madre de Melody. Quería evitar este dolor lento por el que ella pasó. —Dijo el doctor al otro lado de la línea telefónica.
—¿Para que es el tratamiento entonces? —Pregunté.
—Señor David, le aseguro que Melody estará bien, es cuestión de que comience su tratamiento. Lamentablemente la madre de Melody falleció al poco tiempo de experimentar los primeros cambios por el sometimiento a distintos tratamientos. La señora Zeller no quería que nadie más pasara por la misma enfermedad desconocida, al parecer ella presentía que la próxima víctima podría ser su hija.
Estaba frustrado, en poco tiempo había conocido todo sobre Melody.
—¿Por qué la cicatriz en su pecho? —. Pregunté de pronto.
—Hace mucho tiempo... Ella estuvo a punto de perder la vida, la mantuvimos viva artifialmente. Señor David, tiene que estar tranquilo, Melody estará bien, va a vivir, provocaremos la extinción del tumor cerebral pero tienen que regresar a México. Es todo lo que les pido como doctor de la señorita Zeller.
—Gracias doctor, por favor no informe a Melody de esta conversación. Yo me haré cargo del tratamiento, si el señor Zeller no va a responder más, lo haré yo. Quiero el mejor servicio para ella cueste lo que cueste, nos vemos allá muy pronto. —Colgué sin esperar respuesta.
Habían pasado algunos días desde que Melody se presentó como la escritora, todo se había calmado con la prensa, no importó el costo, solo quería que la dejarán libre.
Ahora que estaba enterado de todo lo que sucedería llegando allá, me había dado cuenta que ella solo contaba conmigo. Tenía que casarme con ella si quería cuidar de cada uno de sus pasos.
