WITHOUT WORDS

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Me cepille el cabello por última vez, me ví al espejo, los aretes que mi madre una vez me dió relucían perfectamente.

No eran ni las 9 de la mañana y yo ya estaba lista. Según el mensaje de Keun  Suk él se iba a las 10 de la mañana. Tenía el tiempo exacto.

Repose un poco volviendo a ver el mensaje que él me había mandado ayer.         

 

"Cuídate por estos dos días Melody, estaré fuera. David y Samantha me desearán un buen viaje en Cafe Pleno, creo es mucha información. Si quieres ir ahí estaré.
Dulces sueños"

No contesté, sutilmente me había pedido que fuera y la verdad es que no tendría que pedirlo, yo iba a estar ahí sí o sí.

Mi reloj marcó 9:15, tomé mi bolsa dispuesta a salir cundo me di cuenta que había dejado el adorno de mi cabello en el baño.

Salí rápidamente solo para encontrarme con Samantha en la puerta. Ella también iba a verlo y por supuesto, ya estaba lista.

—Samantha —. Saludé al ver la sonrisa burlona en su rostro, la cual no entendía.

—¿Ya lista?

—Si, veo que tú también.

—Es una pena que el coreanito no te vaya a ver a ti en la despedida, ¡Porque aquí te quedarás!

En un abrir y cerrar de ojos ella había cerrado la puerta. Fue tarde para cuando pude reaccionar. Ella había cerrado por completo con llave.

—¡Samantha, por favor déjame salir, por favor! —. Rogué.

—Nadie disfrutará de tu presencia es por eso que hago esto, es lo mejor —. Dicho eso oí sus pasos alejarse.

Inútilmente intenté abrir la puerta mientras la golpeaba y gritaba por la compasión de Samantha.

—¡Por favor, te lo ruego, déjame salir!

Intenté checar la ventana, ¿En qué momento la habían cerrado con candado que no me di cuenta?

Estaba entrando en un bloqueo total, no sabía cómo salir de aquí, me estaba muriendo de la necesidad de salir, los minutos comenzaron a pasar, gritaba por la ayuda de alguien, y más tarde las lágrimas vinieron a mis ojos, Keun Suk era todo lo que tenía en mi cabeza, no sabía a quién pedirle ayuda. Mi celular estaba conmigo con un solo contacto al cual pedir ayuda pero al igual que Samantha, David no iba a ayudarme.

Inútilmente, intenté de todo para abrir la puerta, me sentía tan estúpida ahora por haber confiado en David y nunca haberle pedido llaves, todo el mundo se abría a mis pies.

FRAGILE LIKE SNOWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora