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Salí de mi habitación al no escuchar nadie en casa, hoy era el último día de descanso del elenco, todo estaba resuelto, aprovecharía para ir a ver la consulta de las vistas que ha tenido nuestro trabajo.
No sé cómo habrá amanecido Keun Suk, espero realmente que esté mejor. Todo sucedió por mi culpa, pero al mismo tiempo si eso no hubiera sucedido yo no me hubiera dado cuenta de la realidad.
Al llegar a la sala, estaba David viendo su celular de manera preocupada.
—¿Pasa algo, David? —. Pregunté sin saber si era lo correcto.
—Melody, por favor no salgas de aquí, quédate y no salgas hasta que regrese.
—¿Qué pasa? —. Pregunté asustada.
—¡Ya te lo dije Melody!
Sin decir más, salió a toda prisa.
No entendía nada de lo que había sucedido. No sabía que hacer, no sabía a dónde ir o sí debía de obedecer lo que me había dicho. Algo malo estaba pasando, de eso estaba segura.
Mi celular en la recámara sonando me hizo correr a él.
Sin ver quién era, contesté.—¿Bueno? —. Contesté. Era Alejandro
—¿Melody? , ¿Dónde está David?
—No lo sé, salió desesperado.
—¡Rayos! Intenta comunicarte con él.
—¡¿Qué pasa?!
—¡Solo hazlo!
—¡¿Qué pasa?!
—¡Encontramos el auto de Keun Suk a las salidas de Seúl y pertenencias de Samantha! Los dos desaparecieron y el auto de Keun Suk no está en buenas condiciones.
Mis lágrimas cayeron al instante, solté el celular sin tener fuerzas de nada, hacía apenas un tiempo lo había visto y ahora... Estaba perdida, mi corazón había dejado de latir, las fuerzas me faltaban por completo.
No iba a soportar un segundo más, parpadee un par de vez, intenté obligar a mi cuerpo a qué respondiera y así cambiarme lo más rápido posible. No sabía nada de él, su auto, Samantha, ¿Qué importaba si estaban juntos? Solo quería saber que estaba bien.
El dolor en la cicatriz se hizo presente otra vez, esta vez ni esto me iba a parar.
Me cambié, me olvidé de las punzadas en la cicatriz y salí sin saber qué rumbo tomar.||♦♦||
JANG KEUN SUK
Me dolía tanto la espalda, no sé por cuánto iba a seguir caminando hasta encontrarla. Las colinas cada vez se hacían más pesadas. Estábamos a las afueras de Seúl y quizá más allá, había perdido la cuenta de todo, ¿En qué momento me ví obligado a todo esto por ella?
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FRAGILE LIKE SNOW
RomanceEmpezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad. Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...