Empezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad.
Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...
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Las luces tenues se encendieron. No era un salón grande, solo era eso, un salón.
Keun Suk entró emocionado, parecía saber dónde estaba todo, miré a mi alrededor.
Había unas cuantas sillas frente a una plataforma con una alfombra negra algo descuidada, casi al frente había un piano, incluso esto tenía un piano, el polvo era algo que vestía todo lo que hubiera aquí.
Estaba contenta, estaba muy contenta de saber que estaba frente a la persona que una vez tomé para atar mis sueños a él y no caer. Agradecía este momento, agradecía haberlo conocido así, agradecía no saber mucho de él para darle la oportunidad que fuera él quien me mostrara su persona y no nadie más, no la prensa, no sus seguidoras, solo él.
—¿Cómo supiste de esto?
—Melody, yo tampoco imaginé que existiera este lugar en la compañía. El señor Kang me trajo hoy en el día, es un lugar perfecto para ensayar, ¿Sabes que llamó mi atención? El piano, desde aquí podremos crear el OST.
—¿Crear? Pero si...
—Lo sé, ya está escrito y hecho pero la esencia no es la misma —. Keun Suk se sentó en la plataforma. Ahora que lo pensaba, disfrutaba más el suelo que las sillas.
Fui con él, él sacó las hojas en las que tenía tantas cosas subrayadas. Por un momento observando, no supe que hacer, no supe cómo ayudarle, llevó una mano a su boca mientras se dedicaba a pensar.
—¿Keun Suk? —. Pregunté tontamente.
Un impulso obligó a mis cuerdas vocales a hablar.
—¿Si? —. El en momento que levantó la vista, sus pequeños ojos rasgados penetraron por completo en mi alma.
Él tenía algo que no creí que un ser humano pudiera tener, él tenía algo que me hacía no sentirme aquí ni allá. Era solo él y nadie más en el momento.
—¿Podremos terminar el OST en una semana?
—Lo lograremos —. Sonrió amistosamente después de unos segundos, continuó mirando su hoja.
¿Cómo podría ayudarlo?, ¿Cómo podría dejar de sentir lo que sentía?, ¿Cómo podrían preguntarle si leyó el libro?
—Esto es difícil —. Aventó las hojas al suelo —. Nunca antes se me había hecho difícil algo como esto, solo es un guión pero siento que no puedo expresarme.
Levanté las hojas y las miré. Comencé a leer, tal y como el libro estaba escrito había sido el guión, ahora que lo pensaba más a fondo, no sé que hice para estar en este punto, de niña escribiendo una historia en la que mi madre participaba, años más tarde publicando para que al final fuera interpretada por la persona que me ayudó a salir adelante incluso, si sigo sin conocerlo totalmente.
