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Por primera vez me sentía nerviosa preparando el desayuno, está vez no estaba David para ayudarme, escuchaba las risas de Samantha y David en su habitación, era tan extraño que de un día a otro se comportaran así.
Primero parecía no querer estar cerca de Samantha y ahora estaban jugando en su habitación.—¿Ya está el desayuno? —. Llegó el preguntando.
—Todo listo —. Le sonreí para intentar bajar mi propia tensión.
La mesa estaba lista, la comida ya estaba sobre la mesa esperando por los tres, debía decir que está era la primera vez que íbamos a desayunar juntos.
—¡Vamos Samantha, Keun Suk quiere ensayar contigo! —. Gritó David.
Eso bastó para que Samantha llegará corriendo.
—¡¿Qué dijiste?!
Inexplicablemente no evité no poner atención.
—Ayer me quedé hablando con él, quiere ensayar algunas partes que se le están complicando. Quiere que llegues temprano.
—Entonces los veo después —. Tomó su bolsa y bebió el vaso de jugo.
—¡¿No nos esperas?! —. Preguntó él.
—Ustedes también tienen derecho a estar juntos —. Sonrió y se fue.
Mis nervios se hicieron presentes, recordé el tipo de chico que David era, alguien que andaba de aquí y allá.
Me senté silenciosamente, se sentía mucha tensión esta vez, ninguno de los dos quería hablar, o es que simplemente no sabíamos que decir desde ayer que vertió el vino sobre mi vestido.
No sé si fue consciente de lo que hizo ya que desde ese momento no pude ver a nadie más, ni siquiera entrar a la fiesta nuevamente, David se compadeció dejando todo ahí para finalmente traerme a casa sin ninguna palabra.
Me había equivocado al no tomarlo en cuenta, creo que era mi turno de llamarlo.
—¿David? —. Llamé su atención.
—¿Puedo ayudarte en algo querida Melody? —. Su sarcasmo me hizo saber que nada había cambiado.
—¿Realmente Keun Suk ha tenido problemas con el guión?
Él rió —¿Acudirás a ayudarlo?
—No, es solo qué...
—¿Te gusta ese tipo Melody?
Me quedé callada, no supe que contestar y no porque no tuviera respuesta sino porque no sé si me gustaba la persona a la que le escribí el libro o al hombre que veía ahora.
—Yo hice algo... Hace un tiempo...
—¡No contestaste mi pregunta!
—David, no es eso.
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FRAGILE LIKE SNOW
RomanceEmpezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad. Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...