Empezaba a nevar, los copos de nieve se derritieron en sus mejillas, para mí al caer lucían como sus verdaderas lágrimas, estaba seguro que mi confesión de amor por ella desvaneceria nuestra amistad.
Sin embargo una vez que sostuve sus manos frías m...
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—Llegamos! —. Keun Suk aparco el auto en un pequeño negocio de comida rápida —. ¿Caldo de res o costilla? —. Preguntó quitándose el cinturón de seguridad
—No lo sé, nunca los había comido antes
—Te traeré un poco de los dos.
—¿Quieres que vaya yo? —. Pregunté al recordar que estábamos en medio de una calle donde todos nos podían ver y saber de nosotros.
—La señora me conoce. No te preocupes, al final solo eres la productora —. Dijo sonriente.
"Si Keun Suk, al final solo agradezco tenerte aquí"
Esperé en el auto, no había llamadas ni mensajes de David. Era tan extraño, primero me dejaba plantada y ahora ni siquiera se preocupaba por dónde estaría.
Guardé mi celular, no era momento de pensar en la persona que me había dejado afuera sin más. Ahora frente a mí estaba un hombre diferente, que no paraba de sonreír con la persona mayor que lo estaba atendiendo. A simple vista era una persona muy alegre, alguien que parecía estar para apoyar, con errores, pero en este momento estaba conmigo.
Keun Suk pagó, le dieron un par de platos que guardaron en una bolsa a la que le añadieron más cosas. Estaba haciendo frío, a pesar de estar dentro del auto, me froté las manos sintiendo el calor del abrigo.
”¿Y si le pregunto si vio la cicatriz?"
Ni siquiera sé porque lo estoy pensando. Así la haya visto, algún día yo ya no lo veré más y ni él recordara que había alguien en su vida que tenía una cicatriz cerca del hombro.
Al momento, Keun Suk regresó.
—¿Nos vamos? —. Preguntó dándome la bolsa mientras él se acomodaba de nuevo.
—Huele delicioso.
—Eso es poco. Te va a gustar, lo sé.
En silencio, continuamos nuestro camino. Keun Suk silbaba de vez en vez y yo sonreía. Al mismo tiempo me sentía culpable por haber dicho todo eso de él pero creo solo fue una extraña conexión al principio. Pensar mal del uno como del otro nos enseñó algo, aunque aún no lo veo claro.
Llegamos a la compañía nuevamente, Keun Suk tenía llaves de la puerta trasera, la misma que solo tenía David.
Era un salón pequeño, parecía de ensayos ya que había una plataforma y algunas sillas enfrente.
—Comamos y después ensayamos —. Corrió a la plataforma sacando todo lo que había comprado. Lo seguí.
Parecía muy animado y debía aceptarlo, me gustaba verlo así.
