Darkness

Capítulo 3: Razones

Hay escenas en este capítulo que podrían herir la sensibilidad del lector.
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Marcus, el padre de Amber, saludo a Cerys y Henry con una sonrisa, y se dió la mano con Nathan. Amber solo se limito a mover la cabeza en saludo y mantener la sonrisa que no llegaba a sus ojos pero aún así nadie veía la falsedad de la misma.

Entraron al avion privado de los Millstone y despegaron alejándose más de la cuidad.

Aterrizaron después de unas horas de vuelo en una pequeña isla del Pacífico. Al aterrizar los vinieron a recibir los cuidadores de la propiedad de los Millstone. Ellos los guiaron hacía la propiedad en dónde se estarían quedando.

La propiedad era amplia y no estaba muy lejos de la costa. No tenía más de un piso pero era lo bastante grande como para tener más de 10 habitaciones.

Amber no se mostró muy sorprendida pues cuando había investigado a los Millstone al enterarse del compromiso había leído todo lo que se podía saber de ellos. Al entrar en la casa unos sirvientes vinieron a recoger las maletas y llevarlas a sus respectivos cuartos.

Amber siguió al que llevaba su maleta y se dió cuenta de que su cuarto era el más alejado de los demás. Esto no la sorprendió mucho pero sentía una ligera alegría al estar alejada de todos los demás.

Entro en el cuarto, cerró la puerta con llave y se puso a desempacar. Como no había sido ella la que había hecho la maleta no sabía lo que habían echado. Después de revisar se dió cuenta que tenía todo lo necesario.

Al terminar de desempacar se sentó en la cama y se puso a pensar. Todo esto que estaba pasando era muy raro. Su padre preparando un viaje a última hora y obligándola a ella a ir cuando el odia viajar con ella, que el viaje sea con los Millstone a un lugar tan lejano. Habían muchas cosas que no terminaban de cerrar pero no podía ver cuáles eran los puntos que faltaban.

Esa noche decidió comer en su cuarto sola. Necesitaba pensar en lo rápido que su vida estaba cambiando.

Al terminar de comer llamo para que vinieran a recoger los platos por el comunicador que había en el cuarto pero nadie respondió. Salió del cuarto para ver si había alguien pero en ese momento algo le agarro la mano y la volvió a llevar dentro del cuarto. Ella intento soltarse pero no podía. Miro hacía la persona que tenía delante y era Nathan. Sus ojos tenían un brillo peligroso, haciéndola temblar de terror al verlo.

- Hahaha! Nunca pensé que la chica más fría que había visto pudiera sentir miedo. Deberías de no haber dicho nada aquel día en el club. Si no hubieses dicho nada tal ves sería un poco más amable pero ya es tarde.

En ese momento uso toda su fuerza y la tiró hacia la cama y se puso encima de ella. Amber intento luchar con todas sus fuerzas pero no pudo liberarse. Al darse cuenta de esto empezó a gritar por ayuda.

- ¡Ayuda! !Alguien por favor, ayúdenme! ¡Ayudaaaaa!
- Puedes continuar gritando si quieres. Nadie te va a venir a ayudar ni siquiera tu padre. Ellos fueron a la isla cercana para mirar el entorno. Lo que significa que estamos solos.

Después de decir esa frase mordió el labio inferior de Amber hasta que salió sangre. Rompió su ropa y continuo riendo.

Amber nunca se había sentido tan humillada en su vida. Al ver la mirada en los ojos de Nathan perdió toda esperanza.

Toda su ropa estaba destrozada. No podía parar de llorar y en los ojos de Nathan solo había risa cuando la miraba.

- ¿Así que la chica fría sabe llorar eh?!Hahaha! Esto si no me lo esperaba. No te preocupes cuando termine no vas a tener más energía para llorar.

Amber nunca había sentido tanto dolor en su vida. Creía que iba a morir.

Ella nunca había tenido novio y está era la primera vez que estaba con un chico pero no era nada como lo que ella había imaginado.
Estaba siendo forzada por un chico que no conocía.

Al principio intentó liberarse, intentó gritar pero todos sus esfuerzos fueron inútiles. En este momento solo sabías que estaba viva al sentir su respiración.

Después de dos horas Nathan por fin paro y miro fijamente a la expresión perdida de Amber.

- Te dije que cuando terminara no ibas a poder ni siquiera llorar.

La mirada que había en el rostro de Nathan era de burla. Sus labios formaban una sonrisa sarcástica. Después de disfrutar lo que había hecho se puso su ropa y salió del cuarto.

Cuando ya se había alejado del cuarto Nathan hizo una llamada. Está llamada era al padre de Amber.

- Hola, Marcus. Todo está completo. Ella ya no va a ser un problema.
- Bien hecho Nathan. Esta boda debe ocurrir sí o sí.
- Claro Marcus, pues sino ocurre no podrías tomar el control total de la empresa. Me voy que estoy cansado. Dile a mis padres que todo está hecho

Al terminar la llamada se alejo del cuarto. No miro ni una ves atrás.

Amber se quedó en la cama mirando al techo sin siquiera moverse. No podía procesar nada en este momento. Se sentía sucia pero su cuerpo no le permitía pararse para ir al baño.

Se quedó así hasta que salió el Sol. Solo entonces encontró las fuerzas suficientes para dirigirse hacía el baño.

Abrió la ducha y dejo que el agua cayera. Después de un rato tomó la esponja y raspó cada parte de su cuerpo como si así pudiera eliminar todo lo que había ocurrido.