13.

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Era mi segundo día en aislamiento, la habitación era completamente blanca igual a las demás, la diferencia estaba en las paredes, que no eran comunes de yeso, sino que estaban acolchadas, aquí que se podía notar que esto era un psiquiátrico. Si bien atienden a distintas patologías y muchas eran leves, las habitaciones en solitario eran de un psiquiátrico en toda regla.

Ayer me trajeron las comidas aquí y me dejaron salir una hora a caminar por el jardín, fui desesperada por todos lados intentando encontrar a Kara, pero después pude confirmar escuchando a las enfermeras que nos había permitido salir a las cuatro en horarios diferentes. Me estaba consumiendo el no poder hablar con ella y entender que había sucedido después de que nos besáramos.

Recibí la visita del psiquiatra, el hombre no habla mucho, solo revisa papeles y me da medicamentos, a los antidepresivos y los ansiolíticos le sumó un remedio para dormir, que me dejaba atontada la mayor parte del día, y de alguna manera se lo agradecía, eso hacía que este encierro en solitario se haga más rápido.

La puerta se abrió suavemente y el rostro de Phil se asomó con una pícara sonrisa.

-Buenos días, Lena- entró y arrastró con él una silla en la cual tomó asiento, yo seguí recostada en la cama. Le sonreí, siempre era bueno verlo.

-Hola Phil, ¿me toca tu sermón hoy? - carcajeó

-No pequeña, no digas que yo dije esto, pero me alegré tanto cuando me enteré, tú necesitas tanto de esas experiencias- no pude más que sonreír ante sus palabras. - ¿Te divertiste? -

-Si, como nunca en mi vida- si bien al final de la noche no lograba entenderlo, todo lo demás había sido increíble.

-Eso es bueno Lena, tal vez las circunstancias no fueron las mejores, y ni hablar de los riesgos, pero lo entiendo-

-Eres el único que no me ha dicho lo decepcionado que se encuentra-

-Lena, que lo entienda, y no lo vea del todo mal en tu caso, no lo hace mejor para tus compañeras, con ellas el tema es diferente- su voz tomó un tono más amargo.

-¿Por qué?- necesitaba saber.

-Eso lo hablaré con cada una de ellas cuando sea el momento, ahora cuéntame, ¿Cómo te sientes?-

No sabía que decirle, contarle lo que me estaba pasando con Kara era abrir una puerta que no sabía si lograría cerrar. Pero hablar de algo más lo encontraba tan sin sentido en este momento de mi vida. Tristemente me sentía mejor encerrada en este lugar que en mi casa afuera.

-Hay dos cosas que me dan vuelta en la mente recurrentemente- acomode un cabello detrás de mi oreja por inercia, estaba incómoda.

-Veamos, déjame adivinar, una tiene que ver con tu vida presente, y la otra con tu vida pasada-

-Si, no sé si decir mi vida pasada, porque la vida de afuera sigue siendo mi vida presente lamentablemente-

-Eso es en lo que tenemos que trabajar para cambiar, tu vida Lena, no debe ser causa de lamentaciones, por eso dije vida pasada, porque espero que las cosas que tanto mal te hacen queden en el pasado una vez puedas salir de aquí-

-No hay cosa que quisiera más, pero siendo sincera conmigo misma, eso lo veo imposible, mi madre se niega a ver a mi padre como es, y yo no podría dejarla conociendo todo lo que pasa-

-Entiendo eso, pero esas son elecciones de tu madre Lena, no tuyas, y tu prometido por ejemplo es parte de tus elecciones no de ella-

-Si yo dejo a Jack en el pasado mi padre me mataría y si no lo logra con amenazas y golpes sobre mí, sé que se desquitará con ella para lograr lo que quiere, no sería la primera vez- me lamenté.

Cuando me negué a estudiar administración y me inscribí en secreto en ingeniería en sistemas, Lionel se enfureció, pero esa vez le hice frente, entendía que era mi futuro y que era algo que debería decidir yo. Al darse cuenta de que no le iba hacer caso por más golpes que recibiera, utilizó a mi madre como saco de boxeo, haciéndome entender que mis decisiones no eran solo mías y cada cosa que haga, también le afectarían a ella.

-No puedes cargar en tu espalda la responsabilidad de las decisiones de tu madre, por más duras que sean- Phil puso sus manos sobre sus rodillas y sonrío desconcertándome. -Bueno ahora cuéntame que es lo otro recurrente que pasa por tu mente, eso que yo considero de tu vida presente- volvió a recostarse sobre la silla.

Era la primera vez que prefería hablar de la tortura que era mi vida a hablar de lo que me estaba pasando aquí dentro.

-Dios, es tan confuso, que no sabría como contarte-

-¿Por qué es confuso?- y ahí arrancamos de nuevo con sus preguntas para hacerme hablar, ya sabía cómo funcionaba esto, y la verdad es que me sentía cómoda con él.

-Nunca había sentido lo que estoy sintiendo, y es tan raro y me da tanto miedo-

-¿Qué sientes Lena?- se cruzó de piernas sin perder la sonrisa.

-¡De todo!- le respondí exasperada y él volvió a carcajear

-Y ese de todo, ¿son sentimientos buenos, te dan alegría? -

-En algunos momentos sí, mucha, pero en otros me siento perdida y peor que antes- esa era la verdad, cuando estaba cerca de Kara, viéndola sonreír, hablar, gesticular, cuando podía abrazarla, tocarla y ni hablar de besarla, eran los momentos más increíbles y sinceros que había tenido en mi vida, pero los momentos donde ella me alejaba, se cerraba y no me hablaba yo me volvía tan miserable como siempre.

-Por ahora concentrémonos en los momentos positivos, ¿crees que hay alguna manera de que esa alegría se quede en tu vida? -

-No, estoy segura de que no-

-¿Por qué Lena?-

-Porque ella no siente lo que yo siento por ella, su corazón está ocupado, y eso me parte al medio- que más daba, estoy segura de que Phil sabía que hablaba de Kara.

-Lena, tienes que aprender a no tomar decisiones por los demás, no se puede adivinar lo que los demás sienten-

-Lo sé, pero aparte de eso, ella nunca podría quedarse en mi vida, que tengo para ofrecerle, una vida llena de golpes y maltrato, jamás la arrastraría a eso-

-Tú vida va a cambiar Lena, en eso estamos trabajando, y tienes para ofrecerle a cualquier persona mil cosas positivas, tienes que aprender a quererte, a valorarte, entender que eres una buena persona que cualquiera quisiera tener a su lado-

Phil terminó con la sesión y volví a quedarme entre esas paredes acolchadas en silencio. Puede que sea verdad que tengo cosas buenas para ofrecerle a alguien, pero todavía no lograba concebir realmente la idea de que mi vida fuera vaya a ser diferente en algún momento.

Y por otro lado Kara me había ignorado completamente después de besarnos, no paraba de repetirme en mi mente que se arrepentía de lo que había sucedido, y la entendía, pero no lograba sacarla de mis pensamientos, todo lo que quería era hablar con ella y saber qué es lo que estaba sucediendo en su interior.

Mi razonamiento lógico me insistía en que debería de alejarme, pero cuando la tengo en frente toda la lógica se escapa de mi control y me vuelvo una idiota. Nunca me había pasado algo así y me aterraba. No sabía que sería de mí si ella decidía apartarse completamente. 

Impulso - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora