FIN

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A partir de ese momento los días comenzaron a pasar rápidamente, Lilian seguía internada, la estaban monitoreando por ataques de ansiedad severos, una sola vez me acerqué a la clínica privada en la que se encontraba, y no fue nada bueno, se descontroló, me culpó de todo lo que estaba pasando, me deseó la muerte y por último terminó rogándome que defienda a Lionel. No volví a ir, su psiquiatra me dijo que no le hacía ningún bien verme, y por mi era mejor, solo ella podría salir de la mentira en la que se había convertido su vida, mi presencia no le sumaba ni a ella ni a mi, así que hice lo más sano para las dos, pedí que me informaran a diario de su estado de salud.

Por otro lado Lionel seguía preso, por las pruebas aportadas, el poder y el dinero que tiene le negaron la libertad condicional para esperar el juicio, ya que había muchas posibilidades de que se fugara.

Mi abogada oficialmente era Sam, por mi parte la denuncia era por violencia intrafamiliar, amenazas y coacción. Por la parte de los abogados de los Spheer era todo relacionado a negocios, lo teníamos acorralado, no había ni poder ni dinero en el mundo que lo hiciera salirse con la suya. La estrategia era unir los dos juicios en uno, el juez lo aceptó ya que de una forma u otra se relacionaban.

A Jack ya lo habían sentenciado, hizo un arreglo para evitar el juicio, porque que no conseguía abogado que no sea el ofrecido por el sistema, le esperaban 15 hermosos años de condena firme, con posibilidad de salidas esporádicas a partir de que cumpla 12 años de prisión.

Luthor Corp había quedado completamente para mí, me encargué de limpiar todo lo que se hacía mal y encaminar la empresa para el lado del bien, así que oficialmente le iba a cambiar el nombre a "L Corp" lo más pronto posible.

Con Kara las cosas funcionaban de maravilla, hoy teníamos que ir a ver una casa que nos había gustado por fotos, si bien el departamento era cómodo, queríamos un nuevo comienzo. 

Hoy se cumplían cuatro meses desde que todo se había descontrolado, y mirando en retrospectiva los sucesos mi única conclusión era que no podría haber hecho nada sin la ayuda de mis amigas, sin Kara en mi vida, eran todo lo que me impulsaba a ser feliz, todas las vueltas que había dado mi vida en este tiempo se los debía a ella, por darme ese impulso que tanto se negaba a crecer en mi cuerpo, ahora era una mujer fuerte, ya no me dejaba intimidar por nada y por nadie. 

Al fin las cosas salían bien, y ya no dudaba en hacer lo que sea para que todo esto continuara.

La puerta de mi oficina se abrió y el rayo de luz que era mi novia, ingresó rebotando de energía. Se paró frente a mi escritorio y me miró seria.

-No sabes lo que me calienta verte toda empoderada e intimidante detrás de ese escritorio- levanté mi ceja derecha, sabía que la enloquecía. -No hagas eso Lena, o te prometo que tiro todo lo que hay encima del escritorio y te hago mía acá mismo- pasé mi lengua sobre mi labio, para terminar mordiéndolo, si la estaba provocando. -Dios- dio vuelta y se sentó sobre mis piernas. -Tu lo quisiste así- comenzó a besarme el cuello, y sus manos ya tocaban mis senos sobre la camisa del traje. -Estos trajes deberían ser prohibidos, la gente te desviste con la mirada- mordió mi mandíbula suavemente, gemí. -No me gusta que alguien más te imagine desnuda- su mano apretó uno de mis senos fuertemente y volví a gemir. -Me vuelves loca Lena, cada vez que te miro pienso en tenerte así- sus manos recorrieron mi abdomen y con fuerza rompió mi camisa, los botones saltaron a todos lados, me humedecí al instante. Ella bajó de mis piernas y se arrodillo frente a mí abriendo mis piernas, colocándose justo en el medio. Su lengua recorrió todo mi abdomen, sus manos me sacaron la camisa y el sostén de encaje gris, y su boca se perdió en mis senos, sentía la necesidad de cerrar mis piernas para aliviar de alguna manera el palpitar de mi intimidad, ella al darse cuenta abrió aún más mis piernas, y mientras mordía y succionaba mis erectos pezones sus manos comenzaron a recorrer la cara interna de mis muslos, necesitaba que me tocara ya mismo.

Impulso - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora