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¿Dónde estoy?. 

Escucho el sonido constante de las máquinas con el latido de mi corazón, no siento dolor, de a poco los recuerdos están volviendo a mi y con eso la ansiedad choca de frente a mis pensamientos. 

¿Cuánto tiempo pasó?. 

Necesito salir de aquí ya mismo. Hago fuerza para abrir mis ojos, no puedo mover el cuerpo, estoy sedada, o atada no lo sé. Me remuevo buscando libertad en mis extremidades, hasta que escucho su voz.

-Lena, tranquila, por favor, no debes moverte cariño- es Kara, siento su mano acariciar la mía, ella está bien.

Vuelvo hacer el intento de abrir los ojos, esta vez lo consigo, el poder de energía que ella le inyecta a mi cuerpo no sabría como explicarlo.

Lo primero que veo son sus ojos que me miran preocupados, está sentada en una silla a mi lado, su mano descansa sobre la mía.

-Hey bienvenida de nuevo, no sabes el susto que me hiciste pasar- intente hablar, pero no pude. -No, no te esfuerces, ¿recuerdas algo?- moví mi cabeza en negación.

-Te desmayaste del dolor, una de tus costillas perforó tu bazo, te operaron de urgencia- abrí los ojos sin entender, nuevamente me atormentaba el tiempo que había transcurrido, necesitaba hablar. -Estás bien- negué nuevamente. -Hable con tu madre, te llamó hace unos minutos, le explique que estabas internada, me dijo que ya mismo venía para acá, así que ella también está bien, debes tranquilizarte- Kara miraba la máquina que mostraba el acelerar de mi corazón.

-Ka... Kara... -

-Shh, en serio no te esfuerces, tienes tres costillas fracturadas, no podrás moverte por un buen tiempo, así que por favor amor, te lo suplico, debes tranquilizarte- mis ojos se llenaron de lágrimas por sus palabras, quería decirle que la amaba. Una de sus manos fue a mi mejilla y la acarició con ternura. No tenía más vendas. La interrogué con la mirada.

Sonrió al fin.

-Me los sacaron mientras estabas en cirugía, ya tengo la mano curada, Alex, Sam y Grace están afuera, las llamé porque no podía más de la angustia- necesitaba saber más, mis padres seguro que no tardaban en llegar y esto podía ser catastrófico.

-Ja... Jack-

-No sabemos nada de él, Grace dijo que había desaparecido de la empresa, lo intentó llamar, y no contesta, no creo que aparezca, o más le conviene no aparecer- mi cabeza estaba funcionando más rápido de lo que debía, el miedo comenzaba a ser real nuevamente, no sabía lo que Jack le habría dicho a Lionel, ni lo que pasaría cuando aparezcan por acá, necesitaba hacer que Kara se vaya a su casa, tenía que protegerla. -Basta Lena, tu corazón se acelera, deja de pensar en todo, necesitas estar tranquila, sino lo haces por tu cuenta voy a llamar para que te den un tranquilizante, debes calmarte- ella apretó mi mano y se acercó a mi. -Ahora voy a besarte, porque es en lo único que he pensado todo este tiempo, mientras daba vueltas y vueltas por el pasillo esperando de que todo salga bien, me maldije mil veces por no haberme tirado a tus brazos ni bien te vi aparecer en los laboratorios el día de mi ingreso- recorrió el poco espacio que nos separaba y beso mis labios lenta y suavemente, cerré mis ojos para guardar el momento en mi alma, mi corazón volvió a enloquecerse y ella se alejó. -Bueno paremos aquí que no queremos tu corazón galopando- sentí mis mejillas arder, y ella sonrío. -Yo también nunca te olvidé, luché para sacarte de mi corazón, luché con todo lo que pude, te escondí en mi interior, pero fue volver a verte y todo ese caparazón que había armado alrededor de tu recuerdo se hizo añicos, y quería tanto no volver a enamorarme de ti, porque el miedo de que desaparezcas de nuevo era tan fuerte, que buscaba todo para alejarte, pero era ver tus ojos, y perderme en tu mirada, era ver tu sonrisa y querer que sea solo por mí, y ya no puedo alejarte mas Lena, ya no quiero alejarte más, voy a estar aquí y no me voy a ir, esta vez vamos a luchar juntas, lo que nos quitaron hace cinco años, no nos lo van a arrebatar en el presente, porque ya perdí a uno de los amores de mi vida, no voy a perderte a tí- quería decirle tantas cosas en este momento.

Impulso - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora