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El labio me ardía, sentía que la sangre seguía cayendo, la punzada en la cabeza había bajado la intensidad, pero no tenía idea qué más podía pasar, debía salir de aquí lo antes posible. 

Lionel me miraba enfurecido esperando que firmara los papeles.

-No voy a firmar Lionel, no me importa lo que hagas, ya no seré más una de tus marionetas- me paré de la silla, era el momento de salir.

-No te muevas Lena, siéntate y firma- azotó su puño sobre el escritorio haciendo saltar el vaso antes abandonado por mi madre, estrellándolo contra el piso. Lionel se paró rápidamente de donde estaba, y antes de poder moverme sentí que apretó mi brazo con su mano jalándome de vuelta a la silla. -Vas a firmar ahora de una vez- puso su pluma delante de mis manos.

-No seré quien cubra tus negocios sucios, no seré quien de la cara por ti, no me convertiré en John o Martha Spheer, que sin hacer nada malo van a terminar pagando por tus cosas, no seré nada de eso, prefiero que me mates ahora mismo a convertirme en quien te tape las cosas ilegales que haces-

-Si Lena lo harás, taparas todo lo que haga, como hicieron esos idiotas, lo harás porque eres inteligente y no quieres morirte o peor aún no quieres que mate a la rubia que tienes de novia- un escalofrío me recorrió el cuerpo entero, que me amenace a mi no me importaba, pero que se meta con Kara me hacía hervir la sangre, sabía que la utilizaría para amenazarme, lo había repasado toda la noche, pero igual no dejaba de intimidarme cuando lo hacía.

-No- volví a pararme y lo enfrenté cara a cara. -No lo haré, y ahora mismo me voy a ir- su mano fue directa a mi cuello, y su otra mano aplastó mis costillas oprimiéndome el pecho, el dolor y la falta de aire se hicieron instantáneos, el muy hijo de puta estaba presionando mis costillas fracturadas con tal fuerza que sentía como si se estuvieran resquebrajando nuevamente en mi interior.

Cuando estaba a punto de perder la conciencia por la falta de aire y el dolor, la puerta se abrió de par en par, y mis tres ángeles de la guardia ingresaron.

-Suéltala ya mismo imbécil- Alex lo apuntaba con su arma, mientras Kara y Sam me apartaban de su lado, mi padre levantó las manos y quedó estático, el rostro de Alex no mostraba más que decisión, y yo realmente sabía que si intentaba algo la oficial no iba a dudar en dispararle, y evidentemente el también notó la seguridad de mi amiga, porque ni siquiera habló, el muy hijo de puta era cualquier cosa menos estúpido, Sam y Kara me sacaron de la oficina.

Mientras salíamos, sentí como la espalda de Alex se pegó a la mía, imagino que no dejaba de apuntarle, no sabía realmente que ella pudiera usar su arma oficial para amenazar a un civil así como así, pero conociéndola eso le debía de importar muy poco, y seguro que en su mente lo único que quería era protegerme y sacarme de ahí. Cuando salimos de la oficina Alex cerró la puerta tras ella.

-Vámonos rápido de aquí- Kara me apuró junto con las demás. Nos encaminamos al ascensor, no veía a Grace por ningún lado, no quería que se quede ahí, o al menos necesitaba alertarle.

-Grace- susurré ya dentro del ascensor.

-No te preocupes, la mandamos a su casa, y le contamos más o menos lo que estaba pasando- Kara me tranquilizó, las observé, Sam temblaba, Alex se encontraba inexpresiva, era de todas la más acostumbrada a estas cosas, y Kara, ella solo estaba pendiente de mi. -¿Te duele?- acarició mi labio que seguía sangrando, pero ahora con menos fuerza.

-Arde, pero las costillas duelen más-

-Bueno haremos lo siguiente- Sam suspiró antes de seguir hablando. -Kara y Lena se irán al hospital para que te vean los golpes y las costillas de nuevo, Alex y yo nos vamos a ir a comisaría a denunciar a Lionel, y hablaremos con los abogados de los Spheer para armar alguna estrategia que nos favorezca a todos- Sam me miró tiernamente. -El momento de terminar con todo a llegado Lena, y lo vamos a aprovechar, ganaremos esta guerra, no te preocupes por nada, me voy a encargar de todo de ahora en más, ya tenemos las pruebas que necesitábamos, ahora solo ve al hospital y preocúpate de sanar, solo eso- tenía tantas ganas de llorar y abrazarlas, no sabía si todo sería tan simple como quería hacerlo ver Sam, pero confiaba ciegamente en que sabía lo que hacía, y no podía estar en mejores manos.

Con Kara fuimos directo al Hospital, por suerte no fue nada tan grave, me dieron un puntos en el labio porque el corte era muy profundo, revisaron mis costillas y solo me recomendaron unos días de tranquilidad. 

Por consejo de Alex no podíamos quedarnos en el departamento de Kara, porque no sabíamos que haría Lionel de ahora en adelante, así que solo pasamos a buscar algo de ropa y nos fuimos a la casa de la mamá de Kara, no era la forma en la que quería conocer a mi suegra, pero evidentemente no había otra solución.

-Me da nervios conocer a tu madre así, ella debe odiarme por ponerte en estas situaciones-

-Oh, tranquila cariño, ella sabe todo, pero todo lo que hemos pasado, desde el psiquiátrico en adelante, siempre le he hablado de ti, creo que en el fondo siempre pensé que volvería a encontrarte-

-Te amo Kara, te amo-

-Y yo a ti cariño, así que no estés nerviosa, aparte debes estar tranquila, y ya no hay nada que podamos hacer, las cosas están en manos de Sam ahora, y ella seguro que solucionará todo, es la mejor-

-Lo se-

Sam había llamado por teléfono, los abogado de los Spheer quería que se juzgara a Lionel por separado, así que Sam con todas las pruebas denunció a Lionel hace unas horas, la policía ya lo estaba buscando, Alex nos iba informando de todo.

La mamá de Kara, Eliza, me recibió en su casa como si me conociera de toda la vida, no hizo una sola pregunta de lo que estaba sucediendo, solo se preocupó de hacerme sentir cómoda en su hogar, viendo a la mujer entendía de dónde había heredado el enorme corazón Kara, la señora era puro cariño.

-Lena, voy a preparar la sopa de pollo que vuelve loca a Kara, dime que te gusta por favor-

-Por supuesto, lo que usted haga por mi será excelente- Eliza pasó por mi lado y dejó una caricia en mi hombro, para perderse en la cocina, Kara me miraba con una sonrisa resplandeciente.

-Te dije que ya te adoraba-

-Te adora a ti, y por eso me acepta-

-Como sea, tu teléfono no ha parado de sonar- así era desde hacía dos horas que Lilian no ha parado de llamar, imagino que todo se había ido a la mierda en la casa Luthor, pero no quería atenderla.

-Es Lilian- el teléfono de Kara me interrumpió.

-Es Alex- ella atendió y comenzó a caminar por toda la casa, no lograba entender nada de lo que estaba pasando, Kara contestaba mono silábicamente, y ya la ansiedad me estaba consumiendo, necesitaba saber que estaba pasando. Después de diez minutos que para mi parecieron diez horas, ella cortó y se sentó frente a mi, no lograba leer en su rostro lo que estaba pasando.

-Ya, cuéntame-

-Bueno, tu padre está preso, no solo lo denunció Sam por violencia doméstica, sino que los abogados de los Spheer llevaron más pruebas y lo denunciaron por desfalco, estafa y transacciones ilegales, todo eso con las pruebas que tu juntaste- Kara me sonrió. -Por supuesto que su abogado ya se presentó para sacarlo de la cárcel, pero con el video que filmamos fue imposible que lo dejarán ir, y según Alex el juez que tomó el caso es incorruptible, así que por ese lado son todas buenas noticias- su rostro se volvió serio, había algo más que no me estaba contando.

-Pero...-

-Pero tu madre está internada, tuvo un ataque de ansiedad cuando se llevaron a Lionel-

-Pero si no ha parado de llamarme-

-Tal vez no sea ella cariño, y sea del hospital, eres su hija y en este momento la única familia disponible, vas a tener que atender el teléfono- esto nunca terminaría. 


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MAÑANA ÚLTIMO CAPÍTULO, SI SE PORTAN BIEN, SUBO EL FINAL Y EL EPÍLOGO!!

De verdad que GRACIAS por leer... :)

Impulso - SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora