Un lugar seguro [TPN-Norman y tú]

◇Capítulo 5◇

Narrador omnisciente.
La azabache suspiró mientras se encaminaba al exterior;una vez en el patio,observó su alrededor.

Los niños jugando,algunos charlando;buscó a aquellos Tres Mosqueteros y los encontró colgando la ropa para que se seque correctamente.

Miró el suelo,recordando todo lo que había pasado la noche anterior.

Apretó los labios y,luego de unos segundos,sonrió de una manera que hacía rato nadie veía.

Tomó aire y,decidida a cambiar todo y hacer que las cosas mejoren,salió.

—¡___________________!—Damdin se acercó a ella corriendo.

—¡Damdin!—Se agachó levemente para recibirlo entre brazos y,al ya abrazarlo,alzarlo entre risas por parte de ambos.

El grupo de tres que se estaba encargando de la ropa se giró a verla.

Emma alegre por ver sonreír y reír tan auténticamente otra vez a su amiga y hermana.

Norman sorprendido y apenas sonrojado por ver y oír esa risa y sonrisa tan honesta.

Ray alegre y orgulloso por su hermana;aún recordando que tenía que hablar y disculparse con ella.

La azabache giró sobre sus talones mientras abrazaba a su pequeño hermano.

—Cuidado,no vayan a caerse—advirtió Isabella sonriendo,con Carol en brazos.

—¡Sí,mamá!—exclamó la menor—.Vamos con los demás,pequeño—dijo sonriendo al menor.

—¡Síii!—Alzó sus bracitos alegremente.

La azabache rió y se acercó a sus amigos.

—Vaya,¿y esa alegría tan repentina?—preguntó Nat sonriendo desde el suelo.

—¿Qué,acaso ya no puedo estar feliz porque sí?—respondió divertida,dejando a Damdin en el suelo,para que luego el pequeño se alejara corriendo.

La azabache suspiró y se sentó junto a Anna y Nat.

—No,no,no es a lo que me refiero;al contrario,me alegra ver que parece ser que vuelves a ser la de hace mucho tiempo atrás—comentó con calma el pelirrojo.

—Sí...A mí también—murmuró sonriendo con calma la azabache,apoyándose con sus palmas en el suelo,por detrás de su espalda,mirando a todos los niños reír y divertirse.

—¿Pasó algo con Norman acaso?—insistió el de ojos rojos.

La azabache rió.

—¡No! ¿Qué te hace pensar eso?—Lo miró,llevando sus rodillas a su pecho y abrazando sus piernas con sus brazos.

—Bueno,no es normal que sonrías así porque sí—explicó el chico—.Es decir,es extraño y...

—¿Está mal?

—¡C-claro que no! Cielos,déjame hablar.—Las dos niñas rieron—.No es costumbre verte así.

—Pues acostúmbrense,quiero volver a ser quien era antes.

—Va a ser difícil acostumbrarse otra vez en ese caso.

La azabache le sonrió,para luego mirar a su amiga rubia.

—Oye,Annita,¿todo bien? No has dicho nada desde que llegué.

—Estoy bien.Me alegra verte así de vuelta,__________________.—Le sonrió con sus ojos cerrados.

—Hum...Si tú lo dices...—La miró algo preocupada e insegura.

—Oh,iré con Don y Gilda,ya vuelvo—dijo al notar que la ojiceleste quería hablar a solas con la chica.