Un lugar seguro [TPN-Norman y tú]

◇Capítulo 21◇

Narrador omnisciente.

—¡NIÑOS!—gritó la azabache desde el cuarto de baño.

Todos rieron y salieron corriendo del lugar.

—¿Qué pasó?—preguntó Oliver entrando junto a Nigel.

La chica se giró con las manos a la altura de sus hombros y los miró con una expresión que decía dos palabras;"¿en serio?"

—No lo sé,tú dime—dijo sarcásticamente.

Ambos chicos miraron de pies a cabeza a la joven;estaba con su coleta baja,con algunos mechones sueltos,su ropa normal (camisa,moño,aunque esta vez llevaba falda,y sus botas).La única diferencia en ella es que estaba empapada de pies a cabeza.

—¿Te...lanzaron agua?—preguntó Nigel señalándola.

—Sí.Nigel.Evidentemente,sí—dijo negando con la cabeza y girándose a terminar de lavar la ropa.

—¿Y por qué?—preguntó el de gafas.

—Ellos vinieron a ver si necesitaba ayuda y pues,comenzaron a jugar entre ellos lanzándose agua.Cuando vi que ya estaban haciendo mucho lío,quise intervenir pero acabaron todos tirándome agua—explicó con calma.

Nigel rió levemente.

—Déjame a mí lavar la ropa—dijo el albino acercándose a su pareja—.Tú ve a darte un baño y a cambiarte,te puedes enfermar.—Apoyó una mano en el hombro de la azabache.

—¿Seguro?—Lo miró.

—Claro.—Le sonrió.

Ella sonrió;se paró levemente de puntitas y le besó la mejilla.

—Gracias—dijo,para después salir del lugar.

—Nigel,ayúdame—pidió Oliver,arremangándose la camisa.

—Claro.—El chico se acercó y lo imitó para ayudarlo a lavar la ropa.

(...)

Una vez que la azabache se duchó y se cambió,salió de su cuarto,frotándose las manos entre sí para darse un poco de calor.

Caminó tranquila hacia el comedor,donde parecían estar regañando a los pequeños.

—Miren,ya salió—habló Oliver hacia los menores,quienes se giraron a ver a la azabache—.¿No tienen algo que decirle?

—Lo sentimos,___________________—dijeron todos apenados.

Ella sonrió,abrazándose a sí misma;aún tenía un poco de frío.

—Descuiden,no se preocupen.Estoy bien pero no lo vuelvan a hacer,¿okey? Miren si alguien se enferma por eso—dijo suavemente.

Los pequeños sonrieron y asintieron.

—¡Okey!

—¡No volveremos a hacerlo!

—¡La próxima vez lavaremos la ropa nosotros!

—Muy bien—habló Oliver sonriendo y acariciando la cabeza de Rossi—.Ahora vayan a jugar,venga.

Los menores rieron y se fueron corriendo.

—¡Con cuidado!—advirtió la chica.