Call Me By My Name »Yeongyu« (PAUSADA)

Capítulo 4

"Puedo sentirte con todo mi cuerpo. Es tan excitante".

Gimió con fuerza, fué imposible no hacerlo.

Beomgyu sentía las penetraciones duras y constantes de Choi. El cuerpo del futbolista perlado con sudor sobre el del basquetbolista, su mirada intensa y que desbordaba una increíble expresión de excitación. Sus gruñidos y jadeos graves al momento de entrar y salir del cuerpo del más bajo.

¿Ésto era el jodido cielo?.

Beomgyu mordía sus labios fuertemente y mantenía sus ojos cerrados, sintiendo completamente las penetraciones desordenadas. Su cuerpo se movía al compás con el del más grande. Inevitablemente comenzó a arañar la amplia y tersa espalda del capitán de soccer.

—Princesa— Yeonjun gruñó —Me dejarás la espalda en carne viva— rió gravemente.

—L-lo siento— balbuceó, pero no retiró sus manos de su lugar —Es inevitable.

Yeonjun siseó y negó levemente, no importaría un poco de dolor. Beomgyu no dejaba de deslizar sus manos por toda la anatomía del más alto hasta llegar a los glúteos del contrario, los cuales presionó con fuerza.

—Mmmhhh princesa— el futbolista sonrió burlista y le dió una fuerte estocada, arrancando un gemido agudo del basquetbolista.

—¡Ah!— los jadeos que Beomgyu soltaba eran imposibles de silenciar, sentía que ardía en llamas, era consciente de las embestidas duras que Choi se encargaba de darle.

Salir con lentitud para después entrar con precisión, un delicioso vaivén que tenía a ambos encantados.

Nunca habían disfrutado un buen sexo como en éstos momentos.

Yeonjun con un pequeño gruñido, rápidamente cambió las posiciones, cargó con destreza el delicado cuerpo del otro capitán y lo sentó sobre su regazo de golpe.

Duro y rudo, lo comenzó a penetrar sin darle un descanso.

El sonido golpeteante de las embestidas certeras era lo único que se podía escuchar en la habitación llena de silencio. Al igual que las dos respiraciones erráticas de los amantes que se demostraban el gran amor y placer que sentían por el otro.

¿Amor?.

Los ojos lujuriosos del futbolista conectaron con los brillosos del basquetbolista, sonrió y de un solo tirón, juntó sus labios con desespero y ansiedad.

Un beso rudo, lenguas chocando con destreza la una con la otra, labios mordidos con firmeza. Jadeos y gemidos sin fin, que no servían más que para aumentar la excitación que se palpaba penetrante en el ambiente.

—Te amo Beomgyu.

—Te amo Yeonjun.

Y después, despertó.

Beomgyu se incorporó de golpe sobre su cama con la respiración entrecortada. Sintiendo su cuerpo en un estado nervioso y sus piernas temblorosas. Además de un intenso dolor en su entrepierna.

Retiró las sábanas y se dió cuenta de lo que se temía, su miembro estaba totalmente duro. Rodó sus ojos con fastidio, genial, había tenido un sueño húmedo con el idiota de Choi.

¿Podía haber algo más repugnante que éso?.

Aunque sí Beomgyu era honesto, realmente en su sueño lo había disfrutado mucho. Todo lo contrario al asco que decía tenerle.

Joder ¿Cómo iba a poder maldecirlo a cada segundo sin recordar su expresión cargada de placer? Beomgyu lo encontró sumamente atractivo y excitante.