Call Me By My Name »Yeongyu« (PAUSADA)

Capítulo 26

“Éste no es un cuento de hadas, con un final felíz ”.

HueningKai es una persona muy hermosa.

No solo su increíble belleza extranjera era lo que cautivaba a cualquiera que tuviera tan siquiera el gusto de pasar a su lado, si no también su espléndida personalidad tan exótica que generaba que todas las miradas fueran hacia su persona.

Fué una dicha el que empezara a salir con Soobin, algo que casi nadie vió venir salvo ellos mismos. Una pareja envidiada, con algunos tropiezos en el camino, que lamentablemente a veces no se podían pasar con facilidad.

Como en la actualidad.

—Odioso señor Kim— masculló entre dientes el rubio al cerrar con fuerza su casillero.

Su lunes apenas comenzaba y no le bastó más que dos minutos para que el anciano profesor le pusiera un reporte. A él, a HueningKai, el alumno que siempre está en el cuadro de honor y que llevaba un expediente pulcramente limpio.

Llevaba.

Siguió diciendo más cosas en contra del profesor, hasta que alzó su cabeza y se encontró con su novio, quién caminaba hacia él a paso lento y con rostro impasible.

—Kai.

—Soobin.

Era extraño, se comportaban como si no se conocieran.

El pelinegro carraspeó un poco y se animó a extender su brazo y tomar la mano contraria, acariciándola un poco en el proceso. Éso hizo sonreír levemente a HueningKai.

—¿Hablaste con Yeonjun?.

El futbolista asintió y soltó un suspiro.

—Hablé con él. Aunque no creo que estés muy interesado en saber lo que me dijo.

Soobin negó.

—Hoy tenemos partido.

—Lo sé.

—¿Asistirás?.

—Tal vez.

Ésas palabras dejaron en duda a Choi, quién únicamente asintió resignado e hizo un leve puchero, no era la respuesta que esperaba.

—De acuerdo, me tengo que ir— rápidamente soltó la mano contraria y le dió una breve sonrisa al menor, y así emprendió camino hacia la cancha de baloncesto.

Ninguno de los dos sabían exactamente como comportarse, quizá su relación seguía algo tensa desde la última vez en la cafetería.

—Soobin— el futbolista habló casi inaudiblemente, tanto que el mismo Choi tuvo que agudizar su oído para escuchar su llamado. Detuvo lo poco que había caminado y se giró hacia su novio, el rubio apretó contra sí su cuaderno verde y lo miró tiernamente — Te amo.

El pelinegro sintió su corazón dar un ligero brinco de felicidad, la paz y dicha que sintió en su interior no podía compararse con nada, quizá su novio no estaba realmente molesto con él.

—Yo te amo más, Kai.

Ambos lo sabían, su relación no había cambiado, se amaban demasiado como para permitirlo. Después arreglarían con más calma sus problemas.

Pero esas palabras de los dos era justo lo que necesitaban para saber que todo estaba bien.

Ellos estaban bien.

Beomgyu se encontraba en la cancha de baloncesto. El partido contra la universidad Advanced sería en unas horas y necesitaban estar más que preparados para la victoria.