Call Me By My Name »Yeongyu« (PAUSADA)

Capítulo 6

"Quieres discutir todo el día y hacer el amor toda la noche".

Beomgyu no pudo evitar gemir en alto cuando sintió como sus muslos eran fuertemente sujetados por el capitán de soccer.

Yeonjun se encargaba de saborear y delinear los labios rosados del basquetbolista. Era como una adicción, simplemente no podía dejar de hacerlo. Su cuerpo actuaba por sí solo.

Choi lo había cargado con muy buena agilidad, obligándolo a rodear su fuerte cuerpo con sus delgadas piernas. Respiraciones jadeantes y ruidosas era lo único que se podía escuchar en la silenciosa cancha de baloncesto.

Ninguno quería separarse del otro.

Y no, estaba vez se encontraba seguro de que no era un sueño.

El profundo y grave gruñido del futbolista le envío al capitán de baloncesto grandes sensaciones de placer y escalofríos en su parte baja. Yeonjun bajó su cabeza hacia su cuello, besándolo con ansia y desespero.
Beomgyu únicamente pudo morder su labio inferior con fuerza, en un intento de callar los gemidos que amenazaban con salir de su boca.

—No hagas éso princesa— el futbolista siseó al ver su acción.

Beomgyu lo miró curioso y algo extrañado, aún no entendía en sí que era lo que le molestaba a Choi.

Yeonjun gruñó bajito ¿Cómo era posible que el basquetbolista fuera tan desesperante para la mayoría de las situaciones pero a la vez tan inocente en otras?.

Porque en realidad Beomgyu no era consciente de lo jodidamente sexy que se veía en éstos momentos con sus mejillas sonrosadas, la fina capa de sudor cubriendo su frente, sus ojos cargados de excitación, su cabellera pelinegra luciendo enmarañada (provocado por el mismo Yeonjun) y sobretodo, por la manera en cómo se empeñaba en morder sus labios rojos e hinchados.

Beomgyu no tenía ni una mierda de idea sobre el placer que le provocaba al capitán de soccer. Y éso no podía tener más que encantado a Yeonjun.

—Morder tu labio— explicó —Creo que puedo tener una erección con solo verte hacerlo.

¿Estaba mintiendo? Por supuesto que no, Beomgyu podía estar seguro de que estaba diciendo la verdad.

¿Y cómo lo sabía? Sencillo, la dura erección que sentía debajo de la curva de su trasero lo podía confirmar.

Volvieron a unir sus labios con desespero. El sonido húmedo de sus lenguas que se encontraban con ávidez podía incluso darle un sentido de suciedad a lo que se estaba llevando a cabo. ¿Un secreto? Una escena tan íntima de la cuál no querían ser descubiertos. O por lo menos éso pensaba el capitán de soccer.

Yeonjun sujetó con mayor firmeza el cuerpo del más bajo y los acercó hacia las gradas. Estaba apunto de tomar asiento y dejar a Choi sobre su regazo cuando fueron interrumpidos.

Específicamente, por la voz de Kai que resonaba con fuerza en el pasillo.

—¡Yeonjun! ¿Estás aquí?.

En un parpadeo, el capitán de soccer dejó caer al basquetbolista, tomándolo a tiempo para que no se golpeará contra el piso, pero alejándose de él cómo si quemará.

Observó sus aspectos agitados, nerviosos y sonrojados. Cualquiera podría saber que estaba pasando hace unos segundos.

—Yo.....— balbuceó, no sabía que decir exactamente.

Mierda ¿Había pasado los últimos quince minutos besando a Choi cómo si no hubiera un mañana? Tenía que ser una jodida broma.

Beomgyu trató de acomodar su cabellera y alisó su uniforme. Sin poder ver bien a la cara al más alto. Se estaba muriendo de la vergüenza.