Parecía que la desgracia se empañaba en caer sobre nosotros, si creyese en las brujas, todo eso de conjuros y maldiciones diría que nos han hecho algo, pero no es el caso y, de ser así, entonces yo sería la bruja que se ha encargado de maldecirnos hasta el punto de no dejar piedra en pie.
Los medios estaban acabando con nosotros con el pasar de los minutos, las notas que iban saliendo eran cada vez peores, padre no paraba de maldecir una y otra vez a todos los que trabajaban en la compañía, incluyéndome a mí, Oliver parecía una maquina trabajando bajo presión con los supervisores e ingenieros para saber qué había ocurrido con la obra y que estaba pasando con los demás proyectos que amenazaban con caer en las próximas horas.
Es una locura total, tenemos a los clientes y sus abogados en la compañía exigiendo una explicación que ni siquiera nosotros teníamos o al menos hasta el momento estamos tan confundidos como todos ellos.
—¿Cómo pudiste hacer una estupidez como esta? —exclama mi padre tirando una carpeta sobre el escritorio.
No sé a qué se refiere, pero la tomo de inmediato para saber cuál es su contenido y lo que leo me deja helada.
¡No puede ser!
—Yo no…
—¡NOS ACABASTES! —grita—. Todo esto es tu maldita culpa, ¿en qué diablos estabas pensando? —su furia roza niveles extremos—. Tiraste años de esfuerzo a la basura, Haley, acabaste con Grupo Cranston.
No espera nada más y sale de la oficina maldiciendo, mientras escucho que Oliver le pide que se calme. Veo los documentos nuevamente y me niego a creer que algo así haya pasado, se supone que tengo a un equipo preparado para hacer las supervisiones.
Me comunico con Oliver para que llame al supervisor principal, si hay un culpable es él. Este no demora en hacer lo que le pido y tras unos minutos el supervisor entra por la puerta.
—Explícame —le exijo, al solo verle entrar—. Lo que está pasando es tu responsabilidad.
—No quiera echarme la culpa a mí —se defiende—. Si hay un culpable es usted que hizo esa compra para salir de apuro.
—¿De qué hablas? ¿Cómo te atreves a acusarme de algo como esto? —molestia tiñe mi voz.
—Porque fue usted quien adquirió el material para iniciar esos proyectos, porque yo le notifique muchas veces que era peligroso, porque los ingenieros se negaron en un principio y su orden fue directa —habla y sigo sin comprender—. Tengo todos los correos que compartimos en los que le deje claro que si algo así pasaba yo no me hacía responsable de nada.
Cuando estoy por protestar Matt entra en la oficina y su semblante me dice que algo más pasa.
—Tenemos otro problema —confirma lo que ya sospechaba—. Adanson está aquí y…
—Mándalo a la mierda, no tengo tiempo para él ahora —mascullo, exasperada—. Tenemos problemas más serios que las estupideces de Paul.
Niega con la cabeza al tiempo que se acerca.
—Es urgente, Haley —la seriedad con la que habla no me pasa desapercibida.
Respiro profundo tratando de calmar toda la tensión que se ha apoderado de mi cuerpo desde que llegue, pero es prácticamente imposible cuando los problemas parecen no tener fin.
—Bien —musito—. Primero este hombre me explica lo que paso y luego vemos lo que quiere Paul.
—Yo puedo explicártelo todo —Paul entra por la puerta como si lo he invocado con solo nombrarlo—. Grupo Cranston está acabado porque su presidenta aprobó la compra de materiales baratos y de mala calidad, porque la mitad de sus obreros está en el hospital con lesiones leves y graves, porque no tienen capital para pagar las demandas millonarias que se avecinan y, por último, porque nadie confiara jamás en una compañía que tres de sus más grandes proyectos están arruinados.
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Enfrentando a La Bestia
ChickLitSer valiente, fuerte y tomar las mejores decisiones es algo que solo se consigue después de perder el miedo, de haber sido débil y de haber cometido muchos errores. [SINOPSIS COMPLETA DENTRO] Obra registrada en el Instituto de la Propiedad Intelect...