CAPÍTULO 7

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Mi corazón parece saltarse un latido al escuchar la respuesta que le ha dado. No espere que dijera eso, ni siquiera sé en qué momento ha deducido que somos algo, peor aún que yo soy su mujer.

Se da la vuelta para encontrarse con la mujer que se le está ofreciendo en charola de plata, pero cuando se gira para encararla se posiciona a mi espalda al tiempo que envuelve sus brazos en mi cintura y me besa la mejilla izquierda.

La cara de Olivia se desfigura con asombro, desconcierto, descontento. Parece no creer lo que está viendo, y es que yo tampoco puedo terminar de procesar lo que está pasando justo ahora. Estoy confundida por lo acontecido, por la actuación de Aaron, pero sorprendida conmigo misma por seguir en este lugar.

—Perfecto, entonces —masculla Olivia, con lo que parece ser enfado

No espera nada más y se va, perdiéndose entre la multitud.

—Y bien, ¿me acompañas a celebrar?

—Pero tus amigos te esperan para celebrar y yo debo regresar a casa —trato de excusarme

—Yo solo quiero festejar contigo —apremia—. Aún es temprano, acompáñame una hora más. Prometo que no te arrepentirás de salir a celebrar conmigo.

Por un momento la invitación me resulta fascinante, estoy tentada a ir donde él guste, pero a la vez tengo muchas preguntas en mi cabeza en cuanto a lo que está ocurriendo. Así que lo mejor será declinar su ofrecimiento.

—Lo lamento, Aaron, pero debo regresar a casa — el parece decepcionado por mi respuesta

—Por favor... —pide, con suplica en el tono de su voz

Y no puedo hacer más que observar ese rostro tan perfecto, tan varonil y tan misterioso. El aura que emana es tan embriagadora que puedo sentirme atraída por él de forma poco común.

—Está bien —acepto, finalmente. Rendida de que no acepta mis negativas.

Sonríe complacido por mi respuesta y me da un casto beso en los labios.

—Solo déjame hablar con Tomy y nos vamos —dice

No me permite objetar sus palabras, puesto que avanza hasta un grupo de personas en las que puedo reconocer que se encuentra Tomy y Mandy. Al parecer se reparten dinero entre ellos. Mismo que supongo es por la victoria de Aaron.

Basta un par de minutos para que regrese junto a mí, al parecer solo se despediría de Tomy y los demás.

—Andando —entrelaza mi mano con la suya —. Prometo no comerte... a menos que tú quieras.

Una sonrisa pícara se dibuja en su rostro y yo solo le codeo un costado en respuesta.

Caminamos entre la gente que rodea el precioso auto de Aaron, una vez que estamos ahí el abre la puerta del copiloto para mí y me deslizo dentro del mismo, a él le toma un momento hacer su ingreso, puesto que varios de los presentes aprovechan para sacarse algunas fotografías junto a él y el hermoso Bugatti que ha ganado la carrera.

—Pareces una celebridad —digo riendo por la forma en que lo hostigan

—Lo soy, preciosa, lo soy —dice con socarronería

—Una celebridad humilde, ¿cierto? —digo con fingida molestia

—Por supuesto que sí —apremia, al tiempo que me guiña un ojo.

Enciende el motor del coche, y la multitud de personas empiezan hacerse a un lado para permitirle salir.

Nos alejamos del lugar con suma rapidez. El coche es muy veloz y él parece disfrutar de esa velocidad y de la forma en que derrapan las llantas en el asfalto. Ahora es que entiendo porque le resulto fácil perder a quienes nos seguían la primera vez que nos vimos.

Enfrentando a La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora