Un beso dulce, demasiado tierno para mi propio gusto, pero le correspondo. Permito que me acerque a su cuerpo y profundice el beso; un beso que no reconozco, que no me sabe igual, que no calma mis demonios, que no me transmite paz. Sin poder evitarlo comparo sus labios, el calor de sus manos y el sabor de su boca, comparo ese beso con los besos de Aaron y la decepción no se hace esperar cuando no hay punto de comparación.
Me separo lentamente para no hacerle sentir mal y cuando lo veo me sonríe.
—Estoy feliz —susurra— y estoy seguro que puedo hacerte feliz a ti también.
No respondo porque no creo que él pueda darme la felicidad que estoy necesitando en este momento.
—Tomaremos esto con calma —anuncio—. Necesito unos días para poderlo comunicar a mi familia, ¿está bien?
—Como tú quieras —contesta—. Lo anunciaremos cuando te sientas lista.
No estoy segura de que esto sea una cura para mi herida, pero voy a intentar que lo sea. Santiago puede ser todo lo que necesito para que la compañía salga del agujero en que callo por mi culpa, por mi ingenuidad y estupidez.
El amor ya no es un camino viable para mí, la felicidad parece un lujo inalcanzable mientras esté viva y cada día me convenzo que llevo una carga sobre mis hombros a la que no podre renunciar jamás.
Santiago termina yéndose a su oficina ya que tenia trabajo pendiente y para mi sorpresa aprende muy rápido, así que sus funciones se volvían esenciales para el buen funcionamiento de la compañía. Mientras tanto, yo debía recibir a Steven Harris, que se estaba haciendo cargo del asunto del robo y de la demanda que había interpuesto contra la maldita de Olivia.
Todo parece ser más complicado de lo que en su momento me imagine, pero ya no puedo echarme para atrás al menos no ahora que ya estaba en el camino.
—¿Cómo va todo? —pregunto, una vez que se sienta frente a mí.
—No voy a mentirle, las cosas no están nada fáciles —declara con pesar—. Las transferencias se hicieron desde su usuario, no hubo ni un solo error en las contraseñas y eso indica que no hubo manipulación de datos, así que no podemos culpar al banco, sin embargo, están colaborando para que podamos saber a dónde fue a parar ese dinero.
—Entonces hay esperanzas de que recuperemos ese dinero —me aventuro a decir.
—Me atrevo a decir que no —comenta—. En caso de dar con el nombre de quien lo ha recibido no tenemos pruebas suficientes de que hayan robado ese dinero, incluso las autoridades no quieren tomar el caso alegando que usted puede ser la responsable de todo.
Aquellas palabras debía ser una maldita broma, como diablos podían creer que voy a robarle a mi propia compañía, es absurdo que piensen eso para no hacer su trabajo como debe de ser.
—Pero es absurdo —refuto—. Ellos tendrían que estar de mi lado y no verme como la culpable.
—En casos como este es muy difícil encontrar al verdadero culpable —admite—, así que se ha girado una orden para investigarla y así descartar que sea la responsable.
No lo podía creer, ahora estaba siendo acusa de robarme a mí misma. ¿puede haber algo peor? Lo dudo. Aaron supo hacer muy bien todo, los Adanson no solo están dispuestos a terminar con la compañía sino también conmigo. Son unos miserables, no me queda duda de eso, pero no hay nadie perfecto, encontraremos una sola prueba para hundirlos por completo.
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Enfrentando a La Bestia
ChickLitSer valiente, fuerte y tomar las mejores decisiones es algo que solo se consigue después de perder el miedo, de haber sido débil y de haber cometido muchos errores. [SINOPSIS COMPLETA DENTRO] Obra registrada en el Instituto de la Propiedad Intelect...