Decir que estoy molesta es poco, realmente estoy furiosa por lo que ha dicho ese estúpido, pero lo que más me molesta es el hecho de que la compañía tenga empleados como él. Me encargare de que todos tengas claro que tienen funciones que cumplir y que si no lo hacen bien deberán abandonar su puesto.
Ahora mismo leo detenidamente los últimos reportes que los arquitectos han hechos, sin embargo, me doy cuenta que muchos proyectos tienen retrasos de más de dos meses y ninguno tiene justificación por la demora.
—Me deben muchas explicaciones —musito para mí misma.
El teléfono suena y sé que se trata de Oliver, pues ya han pasado los treinta minutos que le di para reunir a todos los arquitectos.
—Dime, Oliver
—Todo esta listo, la esperan en la sala de juntas, Señorita.
—Bien, en un momento estaré ahí.
Tomo los reportes que he mandado a imprimir y los coloco en la carpeta que llevare a la reunión, tomo mi chaqueta del perchero y me la coloco, hago un recordatorio mental de los temas que debo tocar y salgo de mi oficina camino a la sala de juntas. Debo mencionar que la sala de juntas se encuentra en el mismo piso de mi oficina.
Oliver abre la puerta de la sala de juntas, a lo cual agradezco con un asentimiento de cabeza. Al entrar a la estancia veo a que, en efecto, todos nuestros arquitectos son hombres, un total de veinte son los encargados de nuestros proyectos.
—Buenas tardes —saludo, sin embargo, no espero respuesta de su parte y continuo—; esta reunión no es por cordialidad, ni presentaciones, así que no esperen eso. Están aquí por algunos puntos importantes que debemos aclarar —todos se limitan a escuchar—. Primero, creo que ya saben que Ethan Evans ha sido despedido, y para lo que no lo saben, lo acabo de echar de aquí hace media hora —algunos me ven como si me he vuelto loca—, segundo, tengan claro que parte de su responsabilidad es hacer que los proyectos se lleven a cabo y eso implica retener a los clientes que inicialmente nos han buscado.
—Nos está diciendo que esta reunión es porque el proyecto del centro comercial se ha perdido, ¿cierto? —inquiere uno de los presentes.
—En parte sí, pero no solo eso. Hay algunas cosas más que tratar —respondo—. Como les decía, ese proyecto nos haría ganar varios millones y se ha ido a la competencia por la ineficiencia de Evans, algo que no voy a seguir permitiendo, tercero, tengo varios reportes de la mayoría de ustedes y algunos tienen retrasos en las obras y no de días, de meses. Sin mencionar que ninguno tiene justificación.
—Señorita Cranston, está haciendo una tormenta en un vaso con agua. Fue solo un proyecto, tenemos muchos proyectos que atender, creo que debemos enfocarnos en eso, y no precisamente en el que se ha ido —dice el mismo tipo de hace un momento.
—Me recuerdas tu nombre, por favor —le pido con fingida cortesía.
—Omar —responde—. Soy Omar López
—Omar, si te parece poco importante lo que estoy diciendo o lo que me falta por decir, la puerta es lo suficientemente grande para que tomes tus cosas y te vayas —de inmediato su postura relajada se tensa y los murmullos no se hacen esperar.
—Me parece que está exagerando las cosas, jefa.
—Escucha muy bien, todos presten mucha atención; quiero personas comprometidas con su trabajo, dispuestos a cumplir con eficiencia sus responsabilidades. No quiero saber que hemos perdido un proyecto más, mucho menos que las obras están retrasadas y tampoco quiero escuchar comentarios machistas o irrespetuosos hacia las mujeres.
—Las mujeres son muy sensibles —dice en un murmullo Omar.
«Este imbécil me está colmando la paciencia»
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Enfrentando a La Bestia
ChickLitSer valiente, fuerte y tomar las mejores decisiones es algo que solo se consigue después de perder el miedo, de haber sido débil y de haber cometido muchos errores. [SINOPSIS COMPLETA DENTRO] Obra registrada en el Instituto de la Propiedad Intelect...