CAPÍTULO 10

936 93 103
                                    

—Aaron, ¿Qué haces aquí? —inquiero totalmente confundida y conmocionada por verlo en este lugar y de mesero

Toda la semana pase ignorando sus llamadas telefónicas y sus insistentes mensajes de texto. Me he negado rotundamente a verle y es por ello que me sorprender verlo aquí, justamente hoy.

—Debo buscar una forma de verte —dice, encogiéndose de hombros—. Merezco que me expliques qué fue lo que paso, si he hecho algo para ser merecedor de tu rechazo.

—Este no es el momento —digo mirando a todos lados, con la esperanza de que nadie se percate de mi platica con él.

—Lo sé. Sé que este no es el mejor momento, pero también sé que será muy difícil tener otra oportunidad para verte y que podamos hablar.

—Te buscare en unos días —le aseguro—. Ahora lo mejor es que te vayas y dejes de fingir ser un mesero de este lugar.

—No —refuta de manera severa, pero sin alzar el tono de su voz —. Vamos a hablar hoy, Haley. No me iré de este lugar sin que podamos aclarar las cosas.

Sus palabras salen con demasiada determinación, dejándome claro que no está dispuesto a irse. Al menos no sin que hayamos hablados. Pero, ¿Qué se supone que voy a decirle? ¿Qué le mentí? ¿Qué no puedo seguir viéndolo por ser quién soy? ¿Qué carajos le dices a un hombre tan libre como él?

Miles de escenarios pasan por mi cabeza en este preciso momento. Es más que obvio que ya sabe quién soy, de lo contrario no estuviera aquí, no hubiera llegado tan lejos.

—Bien —digo, finalmente—. Espera a que el evento termine para que podamos hablar.

—No voy a esperar tanto para que hablemos —niega—. Dentro de media hora te estaré esperando al final del pasillo

—No puedo hacer eso. Deberás esperar hasta que el evento termine.

—Si no estás ahí en media hora entonces vendré a buscarte y no me importara si estas acompañada —amenaza

Sus palabras me sorprenden, pero más lo hace la inmensa osadía que tiene de amenazarme del tal modo.

No lo conozco tan bien como para asegurar que no es capaz de armar un escándalo, así que no puedo permitirme correr el riesgo de algo como eso. No tengo muchas opciones en este momento, así que no me queda más que aceptar hablar con él.

—Está bien, Aaron —digo resignada—. Tú ganas.

Él asiente y se aleja de inmediato en el momento que mi madre se acerca.

—¿Ocurre algo? —pregunta con el ceño fruncido

—No, todo está bien —digo sin más

Ella parece no creer del todo en mis palabras, su mirada inquisitiva me lo deja en claro, pero no puedo decirle más nada. Así que me alejo para evitar que me haga preguntas al respecto.

La sensación de preocupación empieza a acrecentar en mi sistema. Siento su mirada sobre mí, a pesar de no estarlo viendo.
La gente empieza a tomar sus lugares conforme la hora del discurso se acerca y no sé si estoy nerviosa por el nombramiento o por saber que Aaron está aquí y escuchara absolutamente todo. Aunque quiero asumir que ya lo sabe y es precisamente la razón por la que está aquí.

—Haley, ¿estás bien? —inquiere Matt junto a mi

—Solo estoy algo nerviosa —respondo

—No es para menos —dice—. Cualquiera lo estaría en tu lugar, pero tranquila, serán un par de palabras y todo acabara.

Enfrentando a La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora