Enfrentando a La Bestia

CAPÍTULO 15

—¿Haley? ¡Hola! —la mano de Matt se mueve frente a mi rostro y me saca de mi ensimismamiento —. ¿Dónde tienes la cabeza? —pregunta sin dejar de mirarme

Y la verdad es que no puedo dejar de pensar en Aaron, en nuestro último encuentro. Han pasado tres días y él no ha vuelto aparecer, ni un mensaje, ni una llamada ni nada. Es como si se lo trago la tierra.

¡Es tu culpa! —me repite por décima vez esa vocecilla en mi cabeza

Y es la verdad, si no hubiese huido ese día, si no hubiese reaccionado tan mal, tan escéptica al tema quizá ahora no estaría preguntándome donde esta él o con quién esta.

—Estoy pensando en todos los problemas del trabajo —miento—. Quizá debo trabajar el doble para encontrar soluciones a todo lo que ocurre en la compañía.

—Lo estás haciendo bien —trata de animarme—. Mi tío regresa la semana próxima y podremos resolverlo todo con él.

Espero que las palabras de Matt resulten ciertas, en verdad necesito que así sea o seguro colapsare. A veces siento que desde que tome la presidencia callo una maldición sobre la compañía, pues no hay un día en el que no salga un nuevo problema y no pequeñeces, cada uno supera al anterior.

***

El sábado llego y con ello tener que asistir a un evento al que la compañía fue invitada, algo que verdaderamente odio, pero en medio de la crisis que estamos pasando lo menos que puedo hacer es ocultarme o los medios terminar por arruinarme completamente.

Quise mandar a Oliver en representación, pero este argumentó que lo mejor es que lo hiciera yo para mostrar que la compañía no tiene ningún problema como los medios tratan de hacer creer al mundo entero, aunque la verdad no es que anden tan lejos de la realidad, la situación es crítica. Tengo a la directiva sobre mí todo el jodido tiempo exigiendo que muestre el contrato de la nueva compañía que nos proveerá, mismo que no existe, pues aún no lo consigo.

Me veo una vez más al espejo y realmente el vestido que me hizo la mamá de Aly es hermoso, nada ostentoso pues no quiero ser el centro de atención, aunque con los medios sobre mi dudo no ser el centro de atención de ese evento.

Llevo puesto un hermoso vestido de seda en color rosa pálido, de tirantes y con un escote en toda la espalda, dejando ver mi tatuaje cerca del hombro izquierdo. Mi cabello recogido en un moño elegante y mi maquillaje resaltando mis labios. Combine el vestido con unas sandalias altas de color negro y accesorios de oro blanco.

Estaba lista para irme, pero Matt quedo de acompañarme y aun no llegaba, así que aproveche para revisar mi móvil solo para confirmar una vez más que Aaron sigue sin dar señales de vida.

—Si juegas a que te extrañe es seguro que conseguirás que te olvide —mascullo para mí misma, al tiempo que tiro el móvil sobre la cama.

Tomo la botella de vino de la mesa y sirvo un poco en la copa. Unos tragos harán que la noche sea más llevadera, pero de una copa pase a tomarme dos, después tres y así hasta que la botella se quedó sin contenido.

Una de las empleadas de servicio entra y me dice que Matt me espera en la sala de estar. Así que tomo el ultimo sorbo de vino y recojo mis cosas para irme.

Cuando llego a las escaleras me doy cuenta que no fue buena idea tomar tanto, pues un mareo llega y tengo que sujetarme para no caer de bruces. Matt se percata del incidente y de inmediato sube para sostenerme.

—¿Qué ocurre? —pregunta totalmente preocupado—. ¿Quieres que llame al doctor?

—No, estoy bien —respondo