Capítulo 11

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Maratón 6/6

Que rayos pasaba?¡ como una sonda para retirar me tenía tan mal? Pues claro que estaba nerviosa porque no retiraba una sonda de un paciente animal, sino de un humano con un genio del demonio.

-En serio? Alex no puede venir a sacar esta cosa?-

- No, no puede, me lo pidió a mí y te vas a comportar como un adulto, estamos?-
Gruño.

-Si mamá¡ que debo hacer?- aún estaba tapado.

Ya había retirado el suero y la benzodiazepina había hecho su trabajo. Había dormido otro poco. Esperaba no viniera la maldita fiebre.

-Debes respirar hondo, mantén la respiración y vas soltando poco a poco cuando la vaya retirando o la sueltas cuando ya termine, entiendes?- asintió con la cabeza.

Estaba desnudo de la cintura para arriba, el hecho de estar en el campo, lo tenía un poco trabajado el cuerpo, no marcado totalmente pero su estómago estaba plano y recuerdo muy bien lo que se sentía pasar las manos por su torso desnudo mientras él me......en fin.

Se destapó y madre de Dios, había crecido o yo no había visto nada igual en muchoooo tiempo, lo vi desnudo el otro dia pero ahora era diferente,  de cerca y en 3D¡.....bueno Jack era normal?. Que carajos estoy pensando?¡.

-Dulzura, estás bien?, te pongo nerviosa o la vista te nubla los sentidos?-

-Christian, si sigues hablando te va a doler, respira como te dije y terminamos pronto-

-Bien¡, cuenta y lo haces- Dios que maldito genio.

-Uno.....dos.....tres y respira hondo- con los guantes quirúrgicos le estaba extrayendo la sonda.

Poco a poco y sin tirones, eso me dijeron aún para mis pacientes animalisticos era cuidadosa. El que no te hablen, no quiere decir que no sienten.

Cuando quedaba el último tramo, la saque y soltó todo el aire con una mueca de dolor pero sin decir nada. Lo siguiente no me lo esperé. Su polla se levantó como un resorte, ya que tuve obligadamente a poner mis dedos porque entiendan de nuevo, no soy doctora de humanos¡. La miré y luego a él, yo estaba hecha un ají tomate y él se puso las manos atrás de su cabeza con una media sonrisa que quería borrar de su hermoso rostro.

-Le gustas, siempre fue así recuerdas? Y eso que solo le pusiste dos dedos a mi bestia- Bestia?, pues bien que le iba el nombre.

-Si tu lo dices....., descansa un poco y luego ve a ver si a tu bestia no le pasó nada para orinar, si te mareas me llamas. Iré a ver la cena, debes alimentarte Christian, con los medicamentos vas a seguir orinando por la cantidad de suero que te pusieron- el cuerpo bronceado que tenía no ayudaba.

Siempre fue de tez morena y esos ojos increíblemente grises lo hacían demasiado atractivo, aunque tenía vestigios en su cara de que el alcohol te daba años encima. Teníamos la misma edad y no se veía como tal.

No lo escuche ya entrada la noche, fui a verlo y estaba recostado con un pantalón de chándal, gracias a Dios por ello. La bandeja de comida que yo no había sacado estaba en la cocina, Carl la había dejado ahí y me dijo que había tenido una charla muy amena de tipo amenaza a Christian, que le había contado su historia y que no fuera imbecil conmigo. O se lamentaria con los años como él lo hizo. Si claro, como si yo fuera a quedarme en este lugar¡.

Le llevé la cena, me vio entrar y me miró como siempre lo hacía, sin ninguna vergüenza. En silencio esta vez cenamos, antes de terminar me miró y me habló.

-Disculpa mi actitud otra vez Anny, suelo ser un imbecil con tragos en el cuerpo, pero sin eso también lo soy-

-Carl te amenazó, verdad?-

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