Cap2: Son los genes.

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- Coño, cállate -. Anzoátegui pellizcó sin cuidado las costillas de uno de sus hermanos al lado suyo sin saber cuál era realmente.

- Mira, por qué tú me pellizcas?

La cosa era así. Habían llegado a la maravillosa isla donde había gente esperándolos, para la mala suerte de los veintiséis. Venezuela fingió estar feliz con la presencia de sabrá dios quién y después de presentarse, tenían media hora esperando afuera de lo que parecía una dirección o algo por el estilo.

El problema, tenían hambre y al parecer el mayor parecía no querer salir de dónde estaba.

- ¿Por qué estamos solos?

- Ay no, qué ladilla, vámonos de aquí.

- Te seguiría pero lo último que quiero es que me revienten a coñazos.

- Esto parece un colegio caro -. Vargas se llevó la mano al mentón, fingiendo pensar -. ¿Cómo el pure va a pagar ésta vaina?

- Dando culo.

- Barinas, ¿Quejeso? -. Miranda rodó los ojos -. Es obvio que algo más, aparte de que se quiere deshacer de nosotros, pasa.

- Cállate y admite que no nos quiere.

- Cállate tú, ni nombre tienes.

- Coño, cállense los dos -. Amazonas pasó su brazo por los hombros de Dependencias Federales hasta taparle la boca -. Creo que esto es una especie de trato.

- Qué cosas decís? -. Zulia se deslizó por la pared hasta quedar sentado en el suelo -. Creo que apa quiere que tengamos amigos.

- ¿Qué? ¿Amigos? ¿Qué webonada es esa?

- Zulia, tiene razón -. Cojedes levantó la mirada del piso -. O tal vez está enfermo.

- Guaro, todo estamos enfermos.

Los veinticinco quedaron en silencio sepulcral, todos viéndose unos a otros hasta que Bolivar tosió.

- Hablando de enfermedades.

- Déjalo -. Delta Amacuro abrió el único bolso que había podido agarrar cuando bajaron del avión, agarró un blister con pastillas y una botella con agua -. Según mi relog mental, es hora de las pastillas.

- No si, los viejos.

- Muérete, pues.

- Dale rápido antes de que Zulia nos vomite aquí.

Caracas suspiró, viendo a sus hermanos pelear por la botella de agua.

Iba a ser un largo día.

Venezuela se mordió las uñas ansioso, definitivamente ese lugar le traía recuerdos no muy bonitos aunque se supone que la adolescencia son los mejores años

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Venezuela se mordió las uñas ansioso, definitivamente ese lugar le traía recuerdos no muy bonitos aunque se supone que la adolescencia son los mejores años.

Las aventuras de Caracas adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora