Cap12: Sus razones.

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Ola, comenten jiji.

— Anda a cagar —. Caracas se tiró en el mueble con mala cara, con bolso y todo —. Ustedes me dijeron loco cuando les dije que alguien nos quería guisar, y ahora que me ven tranquilito me dicen ésta webonada, mamense un webo.

— Caracas, te estamos hablando enserio, marico.

— ¿Hasta cuándo omitiremos la parte de que los estaban vigilando? —. Bolivar se sentó a un lado de la capital —. ¿Por qué?

Los cuatro acusados se quedaron en silencio, cada uno haciéndose más pendejo que el otro.

— En fin, hay que tener cuida'o, no los quiero metidos en peo —. Amazonas interrumpió —. Si alguno ve algo raro, digan, no esperen a que nos descuarticen.

— ¿Le decimos al pure?

— No, qué vaina es —. Miranda negó  con la cabeza —. No necesita nuestras vainas locas, hay que dejarlo tranquilito.

— Lo único que hay que hacer es alejarnos de los gringos y de los rusos, todo fino.

— ¿Pero por qué? —. Mérida se levantó de la mesa, con la arepa a medio comer —. A mí me sabe a mierda si nos quieren matar, déjenme ser feliz.

Todos se quedaron en silencio, Miranda le tapó la boca a Caracas cuando éste intentó decir algo. Hubo tensión en la sala hasta que Bolivar habló.

— Mérida, tú. . .¿Tú nos tienes que decir algo o. . .?

— ¿Decirles qué? —. Contestó malhumorado.

— No te hagas el loco —. Caracas se acercó a su hermano con una sonrisa socarrona —. Tú y Ottawa —. Hizo un gesto vulgar con las manos haciendo a Mérida indignarse.

— ¡Cállate! ¡Claro que no! ¡Al menos no es mi culpa que nos quieren matar por estarme metiendo con el culo de una loca!

— ¡No es suyo si me quería a mi! ¡No es culpa mía estar tan bueno!

— ¡No es suyo si me quería a mi! ¡No es culpa mía estar tan bueno!

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— Pss, wey —. Caracas ignoró al mexicano mientras escribía en su cuaderno —. Weeey.

— Bien bello, ¿qué coño es lo que te pasa?

Las aventuras de Caracas adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora