Cap19: Asuntos pendientes.

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- Despiertate -. Sucre sacudió a su hermano, preocupado -. Cari, despiertate.

- Déjalo.

Caracas se removió incómodo, sintiendo el olor de la colonia de Miranda, abrió un ojo confundido encontrandose con la cara de Monagas justo frente a la suya.

- Está vivo.

Todos suspiraron aliviados.

- ¿Qué pasó? -. Sintió la garganta seca y antes de que pudiera quejarse, Bolivar lo alzó para darle agua -. Me vas a ahogar.

- ¡Casi nos matas! -. Amazonas le tapó la boca a Tachira, al ver la mueca del más pequeño por el grito.

- Si fueras tan amable de explicarnos cómo coño terminaste amarrado en un gimnasio nosotros seríamos muy felices.

Caracas suspiró, paseando la mirada por la habitación que no era suya, todos sus hermanos lo veían fijamente y por alguna razón, tenía un suéter de Miranda.

- Fue Shanghái.

- ¿Viste? -. Carabobo se giró hacia Zulia -. Te dije que no era ningún fetiche de él.

- Ah, vaina. Perdón, pues.

- Tengo hambre -. Cerró los ojos por el dolor de cabeza, suspirando cuando Margarita le empezó a hacer cariñitos en el pelo.

- Voy a ver qué te traigo -. Bolivar se levantó de la silla -. Y después de que comas y te bañes, vamos a hablar de qué pasó.

- No me pasó nada.

Dependencias Federales le alzó las manos, dejando ver las marcas de las cuerdas en sus muñecas -. Eso no se ve cómo nada.

- A mí me gustaría ser buena hermana y quedarme aquí pero tengo clases -. Aragua se levantó junto a Cojedes -. Vengo en un rato.

- Voy a hablar con Italia para decirle que estás enfermo -. Amazonas se levantó con el resto de sus hermanos que se fueron yendo uno a uno hasta que solo estaban Mérida y Nueva Esparta con él.

Se sintió peor cuando Mérida lo abrazo.

- Estoy bien.

- Pajuo -. Mérida le pegó en la espalda -. Ahora no vas a ir pa' ningún la'o solo.

 Ahora no vas a ir pa' ningún la'o solo

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Nojoda.

Siguió fingiendo estar dormido cuando cierto ruso conocido entró a su cuarto, haciendo un esfuerzo por recordar si había dejado algo que éste no debiera ver por ahí tirado.

Moscú se sentó a su lado, para después sacudirlo -. Estás despierto.

- Claro qué no -. Murmuró contra la almohada a lo que Moscú rodó los ojos.

- No tene- tienes que explicar nada -. Suspiró -. Berlín ya me dijo.

Caracas desenterró la cara de su almohada confundido -. ¿Berlín?

Las aventuras de Caracas adolescente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora