Cuando Aragua entró al dormitorio y se encontró con Lara y Venezuela meditando en medio de la sala, con los dos muebles que estaban en ésta hacia un lado y el olor del incienso ahogandolos sin ellos darse cuenta, suspiró.
— ¿Qué está pasando?
— Bienvenida, hermana.
— Sí, sí —. Aragua tiró el bolso en el piso descuidada —. ¿Y la comida?
— No hemos comido —. Respondió Lara —. Nos alimentamos de energía.
— Bien bello con estos come flores —. La morena suspiró molesta —. ¿Y en dónde coño compro yo energía en forma de hamburguesa? Porque me estoy muriendo de hambre y sentarme ahi a meterme una nota con incienso no me parece buena idea ahorita.
— Aragua, respeta —. Venezuela abrió los ojos para mirarla fijamente —. En el horno hay pollo.
— Gracias, papi.
— Y en el Freezer hay refresco —. Venezuela respondió —. Por cierto, ¿Sabes dónde está Caracas?
Aragua lo miró con medio pollo en la boca, Venezuela solo frunció el ceño sin entender cómo lo había sacado tan rápido.
— No lo he visto en todo el día —. Respondió con la boca llena —. Debe estar con Moscú.
— Mastica y traga.
— Ya. Vi a Cari fue ayer en la tarde haciendo tarea y no lo he visto más —. Se sirvió refresco, a punto de irse para su cuarto —. ¿Pa' que?
— No, nada.
— Mh.
— Siento que no paso mucho tiempo con ustedes tres y los amo mucho —. Venezuela masticó las papitas viéndolos fijamente.
Barinas, Apure y Guárico le sonreían incómodos. No por pasar tiempo con el mayor, si no porque Zulia les tenía un chisme y Venezuela parecía querer retenerlos en la cafetería una semana.
— Ay, pa. No pasa nada, uste' está ocupado y nosotros sabemos que nos ama, no sé preocupe.
— Es que son mis hijos y los conozco más de lo que me conozco a mi mismo pero siento que me he perdido de muchas cosas —. Venezuela los miro triste —. Es como si estuviera pero al mismo tiempo no.
Apure y Barinas se vieron confundidos.
— Pa, ¿Tú te has sentido bien?
Venezuela dejo de comer para verlo confundido.
— Tipo, bien de salud —. Aclaro Apure.
— Sí, ¿Por qué? ¿Ustedes no? —. Preguntó preocupado.
— Es que solo te pones asi cuando te sientes mal —. Respondió Guarico.
— Estoy asustado —. Los cuatro se quedaron en silencio analizando la situación repentina —. Yo quiero ser un buen padre, de verdad, y ustedes. . . Ustedes me esconden las cosas. Zulia está con un hijo de Estados Unidos, yo lo sé, ustedes creen que yo no sé las cosas pero sí, y me siento un mal padre porque quiero separarlos pero Zulia se ve feliz.
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Las aventuras de Caracas adolescente.
De TodoEl liceo no es tan malo si tienes un montón de mariquitos como hermanos que viven detrás de ti como una cuerda de jalabolas porque no tienen oficio. → Statehumans AU, modismos venezolanos obvi, humanización y modificación de un montón de vainas ahí...