Título Alternativo
Barinas y su bistec— Entonces, aquí estudiaba mi apa —. Caracas suspiró cuando entró al salón de clases, a pesar de estar completamente renovado, se veía igual que el resto del colegio, anticuado —. Sí huele igual que él, a viejo.
— Le voy a decir que dijiste eso.
— Cállate, sapo —. Terminó de empujar a Bogota hacia adentro —. Yo le voy a decir al tuyo que dijiste que cocina feo.
— Yo nunca dije eso.
— Ahora sí lo dijiste, gafo.
Bogota solo rodó los ojos mientras era empujado por su primo hasta el final —. Estás ciego, no puedes ver desde aquí.
— Ajá, pero tú y mi panita México JR sí pueden —. Sonrió satisfecho —. ¿Qué clase de pupitre es éste?
— Es una mesa, nos sentamos todos juntos —. Lima les sonrió, sentándose a un lado de Bogota.
— Qué paja, nojoda —. Caracas se sentó por fin, con una mueca molesta —. Ahora voy a tener que convivir con ésta cuerda'e pajuos.
— Wey, te estamos escuchando —. CDMX se sentó al lado suyo —. No sé qué es pajuo pero suena ofensivo.
— Claro que no, mi amor. Significa que eres bello.
— ¿Enserio?
— No —. Santiago empujó a Buenos Aires hacia otra silla, sentándose en la última vacía —. ¿Eri tonto?
— Bueno, cállense, pues —. Caracas pegó la frente contra la mesa, le estaba dando sueño y tendría clases todo el día según el horario que Italia le había dado—. Epa, ¿Qué salón es éste?
— 37, creo yo —. Quito le rodeó los hombros con un brazo —. Qué hambre, vamos a comer.
— Me interesa.
— Tengo empanadas con culebra en el bolso, Guarico dijo que están calidad.
— Qué asco, weon.
— Es echando vaina, yo no como culebra, son con salchicha —. Después de unos segundos de silencio volvió a hablar —. Fuera'e chinazo.
— ¿En qué salón está tu hermano?
— Que dejes a Zulia en paz, quesuo.
— Buenos días.
Todos alzaron la cabeza hacia el frente del salón, España los veía con una mueca y detrás de él había alguien alto, con varios libros.
— Abue, tiempo sin verlo.
— Hola, no me acuerdo del nombre de ninguno de ustedes porque al parecer tengo demasiados nietos —. España suspiró —. Pero al parecer ustedes son solo capitales. Así que él es Moscú.
— Los rusos me dan miedo, boludo —. Susurra Buenos Aires.
— Cállate, ese de un empujón me devuelve pa' Venezuela.
— ¿Y qué hace él aquí? —. La Paz alzó la mano con una ceja alzada.
— Moscú es nuestro alumno ejemplar en la institución, lo traje para que él les de una charla motivacional.
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Las aventuras de Caracas adolescente.
CasualeEl liceo no es tan malo si tienes un montón de mariquitos como hermanos que viven detrás de ti como una cuerda de jalabolas porque no tienen oficio. → Statehumans AU, modismos venezolanos obvi, humanización y modificación de un montón de vainas ahí...