Final Alternativo (Trágico)

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- ¿Cómo estás, querida?- se acercó a ella con una sonrisa burlona.

-No me metas en tus estúpidas venganzas, Verónica, tienes a César. Ya no necesita meterte con mis hijos- escupió con odio.

No le tenía miedo, no tenía de Verónica porque vio su lado más miserable hace unos años. Ella vino a ella y se arrodilló suplicante, rogándole que dejé a César y se vaya lejos. No podía evitar sentir lástima al escuchar sobre ella y como se destruyó lentamente. Cuando estaba encerrada, cada vez que César la visitaba siempre le contaba sobre Verónica y el como le dio "una familia feliz" para que estuviera tranquila, todo ello arruinado y destruido por ella misma.

"Pobre, mujer."

"No tuvo por qué llegar a este punto."

Solo sentía lástima hacia ella, César no lo valía. Ni siquiera la mitad de la vida de sus hijos a los cuales usó de peón. Y así como sentía lástima, la culpa también era parte de ella.

César no es solo el culpable de esto.

-Cariño, haré lo que sea por ti, por favor... Por favor, vuelve a mirarme...-aquellas palabras que parecían simples se volvieron en algo peligroso en ese entonces.

-Mi pequeño, no quiero perderlo, César.... Recupera a tu hijo- se quebró en llanto mientras se aferraba a sus manos, desesperada- Seré obediente está vez, por favor... Solo quiero a mi hijo conmigo.

-Es imposible... Él está muerto.

-Puedes salvarlo, sálvalo...¿Tú me amas, cierto?

Él trató de negarse mientras la observaba con lástima.

-Está muerto, podemos... Podemos tener otro hijo.

- ¡NO! ¡YO NO QUIERO OTRO HIJO!- explotó - Mis hijos se mueren, no importa cuanto los cuide, ellos terminan muriendo. No quiero, no quiero seguir así. - sollozó, él solo la consoló sin poder decir más.

Fue difícil, ella ya se había acostumbrado a él a pesar de no amarlo, a pesar de que había sido secuestrada y forzada a estar con él. Era como una muñeca sin vida hasta que se enteró de que estaba embarazada, y fue feliz como nunca antes, una vida, un pequeño ser que crecía dentro de ella. Ya no se sentiría sola, tendría una familia. Pero a pesar de sus ansias y su emoción por ser madre, su primer hijo solo pudo mantenerse vivo unos meses dejándola devastada.

Ya no deseaba seguir viva, su pedacito de felicidad había sido arrebatado tan pronto como lo tuvo. Se derrumbó y trató de desaparecer miles de veces sin poder soportar aquel dolor que la carcomía día y noche.

Pero luego de aquello un brillo de esperanza se hizo presente cuando le anunciaron que estaba embarazada nuevamente, a pesar de estar abatida se aferró a su pequeño brillo y volvió a esperar y desear con ansias la llegada de ese pequeño niño; y llegó trayéndole luz a su vida.

Sin embargo, él también partió a los pocos días de nacido.

Fue inevitable.

El doctor ya les había dicho, ella era una persona débil y cada vez que diera a luz sus hijos no durarían mucho... Como si fuera una maldición. Ella estaba al borde de la locura.

Pero recordó lo que le dijo un brujo oscuro una vez.

"El corazón de los habitantes del Bosque Prohibido pueden revivir a una persona."

-Trae el corazón de Verónica y salva a mi hijo.

-No puedo.

-Moriré...Moriré si no traes a mi hijo devuelta- soltó de repente tomándolo desprevenido.- Voy a matarme, y nunca volverás a verme.

Atado a EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora