Capítulo 63

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-¿Mamá?- llamó con suavidad temiendo enojarla.

Su pequeño rostro se asomó por la puerta semiabierta. Se acercó a la cama pasando sobre las ropas esparcidas por el piso. Cuanto más se acercó pudo ver a su madre y otro cuerpo a su lado cubiertos por una blanca y arrugada sábana.

Era la primera vez que veía a aquella persona al lado de su madre , desde que tenía uso de razón siempre la había visto sola. En aquel entonces solo fueron ellas dos.

-Eres muy fisgona , niña - habló una voz ronca haciéndola sobresaltar -Elisabeth...¿Cierto?

Aquel hombre desconocido se sentó mostrando su torso desnudo y la parte inferior de su cuerpo siendo cubierto por la sábana. Sus ojos eran como los suyos y tenía aquel lunar al lado del ojo que ella tenía.

Asintió ante su pregunta haciendo que aquel hombre sonría y la observé detenidamente.

-Así que eres mi hija - lo escuchó murmurar- Debes tener la edad de Elle.

-¿Hija?- ladeo la cabeza confundida.

-Cariño...¿Con quién hablas?-su madre había despertado.

-Elisabeth -respondió aquel hombre sin despegar su vista de ella.

-Esa niña...-todo rastro de somnoliencia desapareció de ella -¡¿Qué estás haciendo , niña?!¡Vete!

-Mamá...

-¡Vete!- la echó de inmediato.

Sin rechistar, huyó de aquel lugar para no ser castigada por su madre.

Luego de aquel día, las visitas del hombre que decía ser su padre fueron más continúas. Durante esos días su madre había dejado de beber y de catigarla cada vez que podía , su atención era nada más que para él. Era como si ella no existiera , o al menos eso parecía ya que cuando la veía , la echaba.

Valk , ese era el nombre de quien decía ser su padre. Él simplemente la ignoraba o raras veces le sonreía a ella , venía por las noches y se iba en las mañanas casi nunca se quedaba en casa con su madre. Elisabeth , no comprendía tan extraña relación , las familias que vivían alrededor eran diferentes , los padres amaban a sus hijos.y jugaban con ellos , ella realmente tenía envidia de esa vida.

Pero no podía hacer más que jugar sola en su pequeña habitación con algunas muñecas que le habían regalado.

Y así pasaron algunos meses hasta que llegó Verónica , la amiga de su madre que siempre los visitaba. Ella era rara y no le causaba buena sensación a Elisabeth. Y no falló en dudar de aquella mujer , puesto que el día de su llegada desató el caos en su hogar.

-¿Qué significa esto?...

-¿No lo sabías?Estamos casados , le pedí a Valk que te consolara un tiempo. Te veías tan lamentable - respondió falsamente apenada.

-Imposible...¡Mientes!

-Tenemos una hermosa niña , fruto de nuestro amor.

-No , estás mintiendo...Verónica, no te creo.

-¿No te lo dijo?-preguntó burlona.

-Cállate , Verónica , no voy a oirte - cubrió sus oídos.

-Él , Valk te dejó por mi culpa.

-Basta. Vámonos, Verónica - despertó de su silencio y la arrastró fuera del lugar.

Atado a EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora