Los muérganos, y el condenado.

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Quiero avisar que este episodio tiene un poco de violencia física y verbal, si no gustas hice identificadores visibles para que sepas donde empieza y donde termina, de esta manera usted pueda saltarse estas partes que quizás pueda considerar que no son de su agrado. 


Despertó de forma abrupta, asustado con el corazón a mil y un poco mas, estaba en el asiento trasero del mercedes, se sentó observando su alrededor,  el cristal de la puerta del copiloto estaba roto, fue entonces cuando recordó o mejor dicho sincronizo sus recuerdos a la realidad, se llevo su mano izquierda a una zona de su frente, donde se unía el cabello con la piel,  se sentía viscosa y pegajosa, cuando se observo la mano, se percato de sangre seca, coagulada.


tocaron la puerta a su izquierda, una especie de knock, knock sonó repetidas veces, cuando puso la vista en dirección al sonido vio a Paolo, tenia un gesto burlón. Damian supo entonces que estaba perdido. 


Como es de esperarse salio por la puerta contraria, estaba en un estacionamiento, no era el del hospital claro esta, este era mas grande, se podía tratar del estacionamiento privado o el de algún centro comercial, corrió a las escaleras que daban hacia abajo, cuando estaba por llegar, salio de unos de los muros de concreto que sostenían la estructura, su cuerpo robusto, sus puños cerrados, le impactan un golpe en seco que lo derriba, Jackson sonríe con malicia, y Damian sacude su cabeza desconcertado. su pómulo se empieza a poner de un color rojo purpura, y también su nariz empieza a sangrar sin control, el joven asustado intenta detener el sangrado con las manos, pero Jackson lo detiene.


—¡Te he roto la cara, mírate como sangras, es tan divertido! —le grito mientras le sostenía las manos. 


La camisa blanca de Gio se ha teñido de rojo, la zona golpeada empieza a colorarse, se le obstaculiza la respiración, aun así le mira con desdén. No recordaba sentir tanto odio como lo esta sintiendo ahorma mismo. 

—¡Si vas a hacer cosas malas, hazlas bien! —le dijo Damian, lanzo un escupitajo de color carmesí —. No sabes como hacer maldades. Las haces muy mal.


—¿A que quieres llegar maricón? —se burlo Jackson.


—¿Que piensas hacerme? ¿Golpearme? ¿Asesinarme? —cuestiono Damian —. ¡Vas a ir preso! No te vas a hacer con la tuya.


—¿Muy seguro, no? —en su rostro se dibuja una retorcida sonrisa de bufón.


—Si me golpeas te denunciare y tengo evidencia, y si haces algo mas que golpearme, la policía dará con el material y de igual forma iras a prisión.


-- ▼▼Aquí empieza la violencia ▼▼ --


El rostro de Jackson cambio totalmente, yo no parecía triunfante, hizo una mueca de fastidio, y dio un golpe contundente en el rostro.


—Esas son solo patrañas para asustarme —se burlo Jackson.


Acto seguido empezó a golpear al joven, le causaba placer ver el rostro de Damian ensangrentado, ver como el pobre joven hacia muecas de dolor, e intentaba esquivar sus golpes pero era en vano, lo tenia encima suyo, inmovilizándolo y evitar cualquier ataque era imposible. La brutal paliza no parecía cesar incluso cuando uno de esos golpes dio en el área lateral de la cara de Damian, esto hizo que su cerebro se moviese violentamente causándole un desmayo, le siguió golpeando.

El Chófer De Mi Padre®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora