Llego a la sala de espera del hospital con el cabello húmedo, al igual que su guarda-camisa negra, el sudor se marcaba en su espalda, y sus hombros brillaban como si estuviesen embarrados de lubricantes, usaba un short azul que en sus laterales se trazaban doble lineas de un claro gris, su retaguardia se alzaba perfectamente con ese short, se le podía apreciar un trasero respingado.
En su rostro se aprecia los gesto de tristeza y de abatimiento, sus ojos caídos detonaban la fragilidad del momento y la expresión de la comisura de sus labios caídas hacia abajo parecían pedir algún consuelo. Algún aliento. Amapola yacía al lado de Massimo, sentados en unas sillas al lado de una pared, enseguida de ellos estaba una dispensadora de botanas.
La dama se levanto de la silla y camino unos pasos hasta donde Henry, se había sentado. Cesar le miraba de reojo con cierto recelo.
—¡Querido! Te has venido desalineado —cuchicheo Amapola, mirando con sus ojos los vestigio del sudor en el pecho del chofer.
—He venido como he podido —objeto el rubio —. Lamento si la inoportuno.
—¡NO! para nada —alarmo Amapola —. Solo que me hubiera gustado darte un abrazo, se como te sientes, yo me siento mucho peor.
—Entiendo —añadió Henry con una leve sonrisa que deslumbra su rostro.
—Hasta ahora no sabemos nada.
El rubio se sentó al lado de Amapola, y en eso observo como una oficial de policía se llevo a Brayan y a Paolo a la estación, para tomar sus declaraciones de los hechos, informo a la madre de Damian que volvería apenas el joven despertase.
Paso un largo silencio como de una media hora tal vez, El medico Geraldo se acerco a ellos —. ¿Usted es la madre? —cuestiono, todos los presentes en la sala de espera se pusieron de pie, atentos a cada palabra proveniente del medico.
—Si, ¿como sigue mi hijo doctor? —cuestiono con angustia y el corazón en la garganta.
—Hasta ahora no ha presentado ningún cuadro de trauma, lo hemos trasladado de cuidados intensivos al a una habitación convencional, esta fuera de riesgo...
—¿Puedo verlo? —suplico Amapola, Massimo la tomaba de las mano como dándole consuelo.
Geraldo se apresuro a negar con su cabeza de manera rotunda.
—Para verlo sera en el marco de los horarios de visitas, comprendidos de nueve a once de la mañana, o de tres a cinco de la tarde, del resto no. Pueden ir a casa a descansar y verlo mañana.
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El Chófer De Mi Padre®
Nouvellesdamian debe soportar burlas, y humillaciones luego que su ex novio, hiciera publica sus preferencias sexuales, al quedar desnudamente homosexual ante la universidad se ve rodeado de bullyng y amores, pero es realmente el chófer de su estricto y homo...