Padre e Hijo.

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—A sus veintidós años, Damian Giovanni, es un joven hermoso, de tez como la porcelana, ojos cafés y radiantes a través de esos ojos se pueden ver un montón de sentimientos puros y trasparentes como el agua, su cabello castaño tan suave como la seda, hace juego con su piel morena casi blanca, una divina sonrisa encantadora, en pocas palabras su rostro pareciese que fue tallado por los mismos ángeles, su cuerpo irresistible para cualquier chica, y la envidia para todo hombre, donde quiera que estuviera llamaría la atención de más de una chica, o chico.


sus piernas tan fuertes y definidas, con un torso fino en forma de V. y brazos anchos. sin duda resaltaría en donde sea no solo por su físico, si no por su maravillosa personalidad.

estaban en la enorme sala de la casa familiar, un lugar muy hermoso y decorado al estilo de la época victoriana, con lujosos y caros cuadros de obras de artes, jarrones en las esquinas, y numerosos detalles de porcelana y cristal, todo hay era tan costoso que los empleados limpiaban con temor a quebrar un pieza, sin embargo todo eso resaltaba como exagerado para Damian, pero para sus padres significaba la riqueza y elegancia de la Familia, no se podría esperar menos de una de las familias mas ricas y poderosas del país. todo invitado de alta alcurnia verían los lujos de la familia y no sentirían mas nada que admiración o envidia, y eso eran los propósitos del egocéntrico Víctor. quien se ve así mismo como un hombre exitoso. 

—Ya pronto seras un medico, has logrado mucho, se que en pocos años lograras ser muy conocido y respetado —dirige el padre a su hijo.

El chico le regala una sonrisa forzada. 

—Si padre, asi sera —dice.

la madre nerviosa no interviene, aunque esta cansa de tanta tencion de que padre he hijo vivan como enemigos. 

—También creo que es hora de que des el siguiente paso con Carolina —dice Victor, mas que una recomendación, sonó como una orden.

Damian adquiere un postura incomoda, arquea una ceja.

—¿A que te refieres? —pregunta un poco confuso, aunque en el fondo sabe a que se refiere su padre. 

—A que te cases con ella. Digo yo siendo tu no perdería el tiempo, es guapa, de buena familia, eso nos uniría con los Ferrreti, ¿Acaso no lo has pensado? —regaña el padre.

poco a poco Victor estaba tomando su postura prepotente, e despreciable. La madre siente como el ambiente se vuelve tenso, mientras que damian sentado en uno de los cómodos asientos del lugar observa a su padre con so-sobra ira y seriedad. 

Carolina, es un hermosa rubia y deseada por todos los hombre que la miren, pero ella solo le interesa uno que ella considera a su altura, si Damian Giovanni, ambos han sido amigos desde la infancia, y aunque  a ella le gusta con locura, no se atreve a decírselo, porque ella y su familia son tan apegadas a esas reglas donde es el hombre que se le declara a la dama, en buena parte damian, agradece eso, seria difícil rechazarla y que todos le cayeran encima, el siento afecto por ella, pero no como el que ella quisiera, el la ve mas bien como su hermanita. aunque sus padres quieren emparejarlos si o si. 

—No, voy hacer eso. Cuando me enamore, te lo diré y me casare, mientras tanto confórmate ¿no?—espeta Damian seriamente, respira profundo.

—¿pero es ella la que quisieras en un futuro, tu futuro? —pregunta a gritos el padre.

—No lo se, ella la veo como mi hermana, Papa entiende no puedes forzarme a amar a alquien que sencillamente no puedo, no de esa manera, quiero vivir mi vida libre, y no tener esposa y vivir una vida aburrida como la tuya —aclara el joven de manera contundente.

El padre se levanta de los exquisitos asientos, con una ira infernal,su hijo le a faltado el respeto,la intención del hombre era golpearlo y hacerse respetar como lo hacia cuando el era un niño, la madre interviene poniéndose frente al impotente hombre, ella vio claramente las intenciones de su marido.

Damian esta calmado y sereno, aunque por dentro estaba enfurecido, ya estaba harto, esta es la septima vez que su padre trata de convencer que se case con esa chica.


—El amor es una estupidez Damian, eso no existe, no seas patético —vocifera Victor, esta tan prepotente y decidido a brincarle a su hijo como si un tigre a su presa se tratase, solo era detenido por su mujer. 


—No me voy a casar, punto fin de la conversación —corto Damian.

el joven se levanto molesto, y decidió a tomar aire fresco, dejando a su padre desairado, y con su madre calmándolo. su madre era un hermosa mujer, con algunas arrugas, y divinas canas, de contextura delgada, casi que no puede con el mórbido gordo de su esposo, en el fondo ella tenia muchas preocupaciones por su hijo, tantas que ni ella misma podía, su instinto de madre le hacia sospechar de muchas cosas, aunque no se atrevía a confrontar a Damian,  para ella no había nada que reprocharle a su hijo. o quizás era miedo de confirmar sus sospechas, o pena de la conversación que prodria llegar a tener con su hijo.

El marido se bajo un poco los aires de mal humor, y nuevamente se sentó frustrado en el asiento. su esposa con una fingida sonrisa lo consuela. 


—Vamos querido pronto comprenderá, que es por su bien y sedera —aclara la mujer.


—Ese inmaduro, jamas dará su brazo a torcer, ya no tiene catorce, es un hombre y el esta consciente de eso, amenos...


—¿Amenos que? —inquiere la mujer arqueando una ceja.


—¡Cielos mujer! tu eres su madre, deberías hablar con el, se que a ti si te escuchara, convencerlo de que su mejor opción es la linda Carolina —aclara Víctor como si hubiera visto en su mujer su ultima oportunidad. 


—Jamas, manipulare a mi hijo, el no me lo perdonaría nunca —se niega. 

ella se siente asombrada por los escrúpulos de su marido, y sabe muy bien los alcance de este mismo. 


—Entonces quieres que se quede solo en esta vida, algún día tu y yo moriremos, y el quedara solo, el necesita una compañera de vida, por lo que escuchaste que dijo aquí, el quiere vivir una vida loca y a su manera ¿Es eso lo que tu también quieres? —dijo Victor,  Cuando quiere algo sabe justo donde dar, manipular es su mejor herramientas, que hasta hace poco dejo de funcionar con Damian.


—Tienes razón hablare con el —confirma Amapola, ella como madre jamas desearía que su hijo termine completamente solo en esta vida. 

Hola :3 hasta aqui el primer capitulo de mi novela, si les gusto no olviden votar, comentar, los quiero, aunque no los conozca :*

¿Que les pareció?

—El jodido Escritor.

El Chófer De Mi Padre®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora