The Gamer (Marvel)

12. Preparativos

'Has dormido en una cama, regeneras 50% de PS y PM'

Abrí los ojos y observé el techo blanco de la habitación.

Me levanté de la cama y vi el reloj de mi celular.

Eran apenas las 6:00 de la mañana.

Bueno, no tenía sueño.

Así que me vestí con una camisa roja y unos jeans negros y salí de mi cuarto, teniendo en mis pies unos zapatos deportivos de color rojo.

Fui al jardín trasero de la mansión Xavier, donde había una fuente blanca con una X en el medio mientras que a los lados habían dos pájaros esculpidos, de la boca de los pájaros salía el agua de la fuente.

Yo solo sonreí observando el hermoso jardín, unos pocos rayos de luz viniendo desde el horizonte, aunque todavía no eran suficientes como para quitar la oscuridad del lugar.

Me senté en una banca al lado derecho de la fuente y me relajé, sacando mi pipa y comenzando a fumar de ella.

-fiuuu, esto es relajante- dije para mi mismo mientras soltaba una bocanada de humo.

Luego acerqué mi pipa otra vez a mis labios y seguí fumando, disfrutando de la paz que transmitía el lugar.

Pasaron 10 minutos, hasta que sentí a Logan acercándose a mí.

El salió de la mansión, vestía con una simple camisa negra con franjas rojas y unos vaqueros negros, tenía botas negras en sus pies que sonaban a cada paso que daba.

El se sentó a mi lado en la banca y sacó un puro de su bolsillo, lo encendió con su encendedor y se dispuso a fumar.

El no dijo nada, yo no dije nada, ninguno de los dos habló en lo absoluto.

Solo éramos dos hombres disfrutando del amanecer y la paz del lugar.

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(...)

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Todos bajaron de sus habitaciones mientras Ororo servía el desayuno, la mujer se veía muy felíz de cocinar, incluso si no hubiera visto su gran sonrisa, pude notar como su aura era de alegría mientras cocinaba y servía la comida.

Todos nos reunimos en la mesa, Ororo había hecho unas tostadas, huevos y tocino, un desayuno normal.

Cuando finalmente todos estuvimos listos, comenzamos a comer.

Debo admitirlo, Storm cocinaba muy bien, tenía un sabor.... hogareño, como cuando una madre te cocina un simple desayuno pero sientes como si fuera la mejor comida del mundo.

Lo mismo.

Entonces me puse a analizar la situación.

Bueno, más bien a las personas en la mesa.

Scott y Jean parecían ser los más jóvenes dentro del grupo que vi de Charles en Limburgo, parecían tener unos 23-24 años cada uno.