El jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...
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Las primeras horas son agotadoras, pues se centra en el análisis y presentación del curso que veremos a lo largo del año; y mentiría si la profesora no me ha dejado saturada de información hasta el momento que decide que todos debemos tomarnos cinco minutos para refrescar la mente. A lo largo de la clase, también he podido hablar más con Lieve, por lo cual me he enterado, que vive en la residencia para estudiantes del colegio, proviene de una familia prestigiosa de profesionales, su cabello de tonos rojizos, naturalmente es así y que por alguna extraña razón que desconozco, ama la lluvia como si eso fuera algo que la complementara; sin embargo, concluyo rápidamente que aquello es algo bastante bueno en realidad, pues teniendo en cuenta que nos encontramos en una de las zonas más lluviosas del estado, sería un completo martirio el hecho de que precisamente la lluvia no es uno de tus "estados" favoritos por los que pasa el cielo. Hasta el momento, ella es una de las personas con las que más he hablado durante clase, pues la mayor parte del tiempo, constantemente me limito a guardar silencio y prestar atención a la asignatura. pero, hasta el momento, es algo complicado, pues, también he descubierto que, a mi reciente amiga, le gusta hablar, como si su vida dependiera de ello, y no me quejo, pues francamente, para una persona extremadamente introvertida, encontrar a alguien extrovertido es como tener la fortuna infinita de esta vida, o encontrar un duende saltarín con una olla de oro, esperándote al final del arcoíris, así era ella, la suerte de alguien muy distinto a su atolondrada personalidad. Suerte, ah, esa palabra estaba paseándose por mi mente como si de un desfile de modas se tratase. Quizá, mi suerte aquel día había sido encontrarme por casualidad con aquel chico de ojos azules. me recordaban al océano, un solo color podía transmitir tanto con tan poco... su delicada mirada azul me había hecho caer felizmente – para mi gran sorpresa, en realidad. - en un hechizo irremediable. No había preguntado ni su nombre y ella estaba pensando en él. No estaba bien. Pero, ¿adivinen qué?, la curiosidad había ganado una vez más. Desperté de mi ensoñación justo para notar que Lieve, me había arrastrado a los bancos fuera del aula, aunque, no me sorprendió, pues la mayoría de los estudiantes de la asignatura en la que anteriormente estábamos, se encontraban a fuera.
-¿Ya has dado tu recorrido por el college o la tutora no ha estado en su puesto como siempre? - me pregunto la pelirroja con una evidente diversión en el rostro. -
-En realidad, no. He tenido la gran fortuna de... -deje de hablar en cuanto note que su mirada estaba perdida en algo detrás de mí. Sin disimulo (evidentemente), me gire en aquella dirección para ver lo que había distraído a Lieve; y me divirtió mucho ver que no se trataba de un "algo", sino, más bien de un "alguien" - ¿Quién es? - regrese toda mi atención a ella, totalmente intrigada.
Soltó un suspiro, para mi curiosidad, algo largo, antes de responderme.
-Ese es Darkness, de tercer año, lleva algunas clases con nosotras. - Me sonríe algo sonrojada, al notar que aquel joven se acercaba a nosotras. - es una suerte que llevemos esas clases avanzadas. -uniendo mi mano en una palmada de triunfo.
- ¿Ya estas asustando a los estudiantes nuevos tan temprano?, Daylight. - Mi cara debió expresar la sorpresa total ante aquellas sorpresas, más que nada por la forma en la que su voz se había enternecido al decir a aquel nombre que al parecer nadie más se molestaba en usar.
-Eso no es verdad, ¿por qué siempre crees que asusto a las personas?, no soy tan espantosa como seguro tu cabeza te hace creer...
-Nunca te he dicho que eres espantosa. -Darkness había recalcado la última palabra, y esta vez, su voz sonó mucho más seria. - En realidad... -continuo su caminata hasta situarse a un lado de Lieve, que para esta altura ya era evidente que hiperventilaba. - maravillosa, celestial, hermosa... - poco a poco su rostro había vuelto adquirir aquella sonrisa tan intima, que era más que obvio, a los ojos de los demás, que era única y especial para aquella pelirroja. Y este aumento en cuanto se pudo distinguir el color rojizo que había aumentado en las mejillas de Lieve, justo como si de un volcán en erupción se tratase.
-Yo sabía que tu repentina desaparición solo podría significar "Daylight" - nos vimos interrumpidos por una voz distinta, aunque francamente me parecía familiar. - ¿acaso nunca la dejaras dar un respiro?, siempre que tu estas a su alrededor, sus mejillas se encienden como si estuvieran en llamas.
Claro, esa voz había sido del chico que me había ayudado, apenas hace unas horas atrás; y sólo lo había podido notar en cuanto él se había acercado lo suficiente a nosotros.
-Oh, vamos, Bro, no la he visto en todas las vacaciones, así que, mejor, no me molestes tú.
Aquel chico de ojos como el océano, se había reído disimuladamente de la situación, limitándose a asentir, antes de girar e inesperadamente notar mi presencia –algo que había podido deducir por su repentina sorpresa en el rostro. -
-Ohh... Hola. -me sonrió amablemente antes de sentarse en la silla junto a mí. - veo que ya has conocido a nuestro rayito de sol. -observa de reojo a Lieve.
Aunque, estaba evidentemente perdida con el tema, me limite a sonreírle, y asentir con la cabeza.
-¿Ya se conocían? -pregunta repentinamente, Lieve, con una notable confusión en su voz, dirigiéndole una mirada a Darkness, en busca de una respuesta. Sin embargo, él se limita a observar al joven de ojos océano.
-No, realmente; simplemente he tenido la fortuna de guiarla a su primera clase. ¿Sabes?, cada día me sorprende más, el hecho de que la guía escolar, jamás este donde debe estar.
-Oh... bueno, es muy generoso de tu parte. -Se limita a decir, Lieve, encogiéndose de hombros.
El joven de ojos azules, me sonríe, nuevamente, y es notable que intenta decir algo, sin embargo, eso no llega a suceder, pues Lieve se levanta apresuradamente de su lugar, tomándome de la mano y caminando conmigo en dirección al aula. Sin molestarse en mirar atrás, nos arrastra hasta los asientos en los que estábamos anteriormente.
-Listo, llegamos a tiempo. -señala con la cabeza en dirección. A la profesora, de la cual no había notado presencia alguna.
-Justo ahora estoy más intrigada por saber la historia de ese tal Darkness. -sin esperar respuesta alguna, me giro en mi lugar, para darle continuidad a la clase.
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