-De acuerdo, sé que debería estar molesta por esa trampa que me has puesto, pero, es que tu enorme sonrisa me deslumbra, quiero suponer que la cita ha ido bien...
Daylight se acercaba a mí con cautela, intentado descifrar mis emociones, seguramente.
-Lamentó lo de Darkness, quería ayudarte, y fue la mejor idea que se me ocurrió.
Daylight me sonrió, se abrazó a mí y sin contenerse más explotó en alegría.
(Vamos que hablo metafóricamente.)-¡NO PUEDO CREER QUE SE BESARÁN!, ¡DIOS!
Estaba riéndome por su reacción, pero ciertamente yo tampoco podía creerlo, todo había sido tan espontáneo, no era que fuera besándome con todo mundo, era nueva en esto, simplemente había sido tan natural, excepto por una cosa...
-Me dijo que le gustaba.
-¡PUES CLARO!, ¿no te habías dado cuenta?-me preguntó después de unos minutos que me mantuve en silencio, pues aún seguía sin saber cómo reaccionar.
-Yo no le he dicho nada, vamos que sí le he seguido el beso, pero todo se quedó hasta ahí, me aterré cuando intenté responderle, pero, no salió... son dos palabras que hasta ahora no me había cuestionado, pero me aterra...
-Oh... bueno, no es malo, ya todo entre ustedes va lento.-mi expresión debió decirlo todo, pues se disculpó enseguida.-No, no, no era lo que quería decir, perdóname... me refiero a que, todos llevan su ritmo, y tú definitivamente eres del tipo que aclara eso, a parte, Morfeo no parece molestarle... quiero decir seguro piensa que se merece escuchar aquellas palabras, pero, puedes torturarlo un poco más.
Sus consejos solían causarme diversión, pero la mayoría siempre me dejaban pensando. La verdad que hacerme la difícil no estaría mal, pero algo tenía dé razón, Daylight; las cosas iban demasiado lentas de algún modo, y aunque eso no parecía disgustarle a Morfeo, a mi sí que me dejaba con dudas, ¿cuál era la razón por la cual todo iba lento?
Era lunes por la tarde, la verdad es que estaba escindiéndome de Morfeo, me encontraba en la cafetería, observando en todas direcciones en búsqueda de él pero no precisamente para una charla, estaba aterrada, aquella sensación que había sentido al escuchar lo mucho que le gustaba, sólo volvía a mi para perturbarme; bebía de mi jugo, y aquel vaso era sostenido por mi de una manera errática.-Ahora estoy completamente seguro de que te escondes de mí.
El chico de ojos océano se había acercado a mí desde atrás, por supuesto que no lo había visto venir, hablaba con una tranquilidad pero no pasaba por alto ese ligero rastro de seriedad. Me observaba muy analíticamente.
Estaba en blanco, no sabía que responderle, una parte de mí no deseaba mentirle pero la otra simplemente quería sentirse aliviada. Estúpidamente me levante, sonreí tímidamente y me marché en dirección al Brontë.
Cómo estaba esperando, Morfeo seguía mis pasos, no mencionó nada más durante el camino, se mantenía al margen.
Llegando justo en la entrada de la biblioteca, me giré en sus dirección haciendo que este se detuviera abruptamente, la confusión se plasmaba por todo su rostro, y así sin más, como había sucedido el día de la cita, me acerqué a él plante un beso en sus labios, suave para mí pero algo brusco al ser Yam precipitado aquel movimiento.
Solté aquel aire que estaba conteniendo desde ya bien rato y hablé.
-Tú también me gustas, Morfeo, y mucho, me gustas tanto que esos sentimientos asustan mucho... no logro entenderlos.
Él sonrió ampliamente, me abrazo y asintió con la cabeza.
-Sí, definitivamente has sido la más romántica de los dos, lo acepto.
Me complacían sus palabras, me hacían sentir bien, liberada.
-Pero estoy seguro de que tú me gustas mucho más a mí de lo que tú puedes imaginar.
Ponía en duda aquella cuestión, pero francamente, deseaba dejarlo pasar, pues aún me cohibía de responder antes su halagos, pero me picaba la curiosidad.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Por que lo siento aquí... -tomó mi mano llevándola a su pecho, en aquel lugar donde retumbaba su corazón con una fuerza impactante, ¿estaba nervioso?, era como si un tambor retumbara en él.
-¿Qué?, ¿te ha sorprendido?
Asentí consternada, pues realmente no esperaba que aquello fuera así, qué mi presencia causara aquel efecto.
-Nos sentimos del mismo modo, no deberías ponerlo en duda. -¿podía escuchar mis latidos a esa distancia?, eso me avergonzaba, puesto que aquello quería decir que éramos como un libro abierto, predecibles, y quizá mucho más yo que él.- tus mejillas sonrojadas siempre son mi repuesta a todo, no sé lo que estás pensando pero, esa es la repuesta.-como si hubiera leído mi mente, sus repuestas habían sido el calmante ideal para el nudo de nervioso que comenzaba a formarse nuevamente en el estómago.
-Quiero que sepas que no tengo problema con ir a tu ritmo... -Morfeo frunció el ceño, seguro mis palabras habían soñado peor de lo que se habían escuchado en mi mente.
-¿De qué hablas?, no tenemos porque seguir mi ritmo, estoy bien con lo que te haga sentir cómoda a ti.
-Me hace sentir cómoda tu presencia, lo de la cita sin duda fue un paso grande y nuevo entre ambos, y eso quiero decir, me gustó como sucedió todo.
- A mí me hace sentir bien el escucharte, expresar lo que te gusta sin miedo, tienes que saber, que conmigo, ese temor, puedes hacerlo a un lado que pondré todo lo que esté a mi alcance para poder comprenderte...
Tocaba mis mejillas con sus manos, y podía apostar todo que sentía cómo estás poco a poco entraban en calor con aquellas palabras, no deseaba seguir siendo aquella chica tímida, simplemente quería correr junto a él, abrir mis sentimientos, aquellos que aún se resguardaban con temor en la oscuridad. Era de valientes tomar aquel pasó, aunque no estuviera muy segura de lo que significara.
-¿Ahora qué sigue? -susurre tan bajo que aquello ponía en duda si me había escuchado.
-Te voy a besar nuevamente -sonrió muy cerca de mis labios y poco antes de rozar mis labios, su nariz toco la mis dejando una caricia cariñosa.
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The Evermore Garden
Teen FictionEl jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...