El jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...
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Horas de ansiedad, frustración y miedo, sobre todo este último, estaban pasándome factura, era agotador en extremo no poder ser más útil para tus seres queridos, qué inevitable te vuelvas un gran estorbo antes de volver de ayuda alguna. Mis inseguridades estaban jugando una pasada muy mala, de eso no había duda. Pero, Darkness, como el mejor ser humano que podría tener el planeta tierra, no se fue de mi lado, incluso cuando él necesitaba más ayuda que yo.
Daylight estaba ocupada con la doctora, haciendo análisis, esperando que el repentino dolor de cabeza que se había creado después de la marcha de Blueness no fuera más que un susto, estábamos en la sala de espera, nuevamente, atentos a cualquier noticia. Darkness por segunda vez, me contaba detalladamente todo lo sucedido a partir del incidente en la biblioteca del Brontë. Crean cuando les digo que parecería una broma de mal chiste sacada de un libro sin orden alguno todo aquello que me contaba.
Empecemos diciendo que, los Merlot ni siquiera habían tomado el vuelvo en el supuesto avión desaparecido, es más, de hecho, aquel avión ni siquiera estaba desaparecido, estaba de mantenimiento y revisión inmediata que la mitad del personal lo había dejado pasar, cosa que había causado gran confusión y un susto, por supuesto.
Si bien era cierto que los Merlot no estaban en la residencia de la ciudad, no habían tenido complicaciones algunas, y habría sido Bueno informar que estarían en los viñedos italianos, a miles de millas de distancia, por supuesto, ese fue un error grande; había un aviso de ello, sí, pero claro está que esté había pasado desapercibido.
Darkness con tanta confusión termino teniendo el temido ataque de ansiedad, lo controlamos tan pronto pudimos, pero para darle toque al pastel, la cereza. Aquella cereza era justo como derramar un vaso de agua, sólo que esté sin contener agua, sólo mucha, mucha, angustia. Daylight.
¿Qué sucedió?, sencillo, y fácil de explicar.
Un desalmado chico que evidentemente era un hijo de padres ricos, a parte de una descendencia fatal, sin valores y sin moral, tomó la sabia decisión de manejar sin precaución, sin las medidas necesarias y por supuesto, con un teléfono en mano; eso no solo le costó horas de chequeo en las salas médicas, a nuestro rayo de sol, sino que también, un estrés y una de las noticias más sorpresivas que se pueden tomar en esta época, en pleno siglo veintiuno e incluso era increíblemente sorprendente escucharlo siquiera...
Una boda arreglada.
Los Merlot y los Champagne unidos en una celebración entre ambos, primogénitos, sin duda alguna, prometía una de las mejores descendencias y de los mejores imperios en el mundo de la producción de viñedos. Era una muestra de disculpa de los Merlot a los Champagne, por el accidente de Daylight esta tarde, claro que ofrecer a tu único hijo, heredero de las más grandes industrias y de los más prestigiosos viñedos italianos era bueno, bastante bueno en realidad, pero el gran conflicto en ello es que no se habían molestado ambas familias en tomar en cuenta las opiniones de aquellos chicos. No es que Daylight y Darkness no se merecieran, lo hacían, claro que sí, pero el poder, la reputación y las expectativas iban mucho más allá, estaban por encima que el resto, incluso de ese muy obvio sentimiento entre ambos jóvenes, era tan parecido a la obra que estábamos leyendo recientemente Blueness y yo, Romeo y Julieta, tragedia y amor en su punto máximo, eso eran Daylight y Darkness, amor, pasión pero decepción al ser llevados al altar por algo tan irreal, precipitado...
