The Evermore Garden

40. "The summer night"

Habría sido una noche prometedora, eso era lo que siempre me decía verano tras verano, y sin duda cada uno terminaba siendo igual al otro, monótono, gris y opaco. Esta noche no hacía gran diferencia, la verdad es que tenían un perecido enorme a las otras, pero sólo en lo gris y opaco. Habría cambiado todo por tener que evitar enfrentarme a una situación así, no iba conmigo, y me molestaba, sobretodo conmigo misma, pues al inicio del año aseguraba tener todo bajo control, no habría distracción alguna que me desconcentrara de mi objetivo, y sin embargo aquí estaba, tirada en el sofá de mi habitación, frente a la pantalla del monitor, con un sin fin de botes de una variedad de cremas dulces, y entre mis manos destaca uno lleno de helado, de fresa, porque claro, el dolor que siento ahora no es suficiente... lágrimas y muchísimas más lágrimas caen sobre mis mejillas, incluso ella parecen tener un lugar a donde ir, una dirección. En cambio yo, ya no tengo mi refugio al cual acudir, me siento terrible pero soy consciente que no debería estar así, soy mejor que esto, mejor que una manta llena de papeles atestados de lágrimas. Daylight ha venido a mí con la intención de hablar, pero mi único deshago es aquel helado, aquella manta, y sobre todo un mar de lágrimas.

-Me está destrozando el corazón verte así, no tengo palabra alguna que pueda calmar todo esto, ni siquiera una explicación, pero que sepas que estoy aquí para ti y no me moveré hasta verte mejor e incluso cuando eso suceda, aquí me tendrás, porque te quiero muchísimo, eres la mitad de mi alma.

Sus palabras me reconfortaban y así como lo hacían, también me llenaban de nostalgia y sentimientos que no podía entender. No tenía voz, sólo sentía el dolor cada poco más al fondo de mi. Me abrace a ella, intentando agradece todo lo que había hecho por mi.
Daylight me devolvió el abrazo, era firma y reconfortante.

-Créeme, él la está pasando mucho peor, no es para más, es eso justo lo que se merece, sigo sin poder entenderlo, pero aún así, lo siento muchísimo.

Negaba con la cabeza, no quería que aquella culpa la consumiera a ella también.

-Sé que no es mi culpa, pero como amiga tuya y de él debí tener al menos la ligera idea de lo que pasan y sin embargo no he podido predecirlo, enserio lo siento muchísimo, de verdad me preocupa verte así...

-No siquiera sé qué decirte, me siento mal, y esto... -hice señas con mis manos a toda la habitación- me está asfixiando.

-Aspen... -Daylight me puso frente a ella, y con su suaves manos sostuvo mi rostros para que la observara. - cuándo menos te lo esperes, te darás cuenta que en efecto la vida sí es de color rosa, y no por este disturbio tienes que dejar de creer en algo que te hace soñar tan alto.

No era para más, sabía que tenía razón, entendía todo, sabía que llevaba un proceso para superar, sobrellevar o incluso sanar, pero nadie me había dicho que aquel transcurso sería crudo, doloroso y espantoso.