El jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...
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Puedo decir libremente que sin duda me había dejado llevar por mis emociones al momento de buscar el poema, escribirlo y practicarlo, esporádicamente había cambiado de decisión en el último momento y había movido mis opciones a un poema, quizá, no tan romántico como se me había pedido, pero, que sin duda alguna representaba todo aquello que sentía.
Puedo decir libremente que sin duda me había dejado llevar por mis emociones al momento de buscar el poema, escribirlo y practicarlo, esporádicamente había cambiado de decisión en el último momento y había movido mis opciones a un poema, quizá, no tan romántico como se me había pedido, pero, que sin duda alguna representaba todo aquello que sentía en aquel momento.
¿Por qué siempre atraíamos las cosas cuando me las buscábamos?, esto estaba mal en un nivel catastrófico. Estaba dudando, y seriamente estaba pensando en no asistir a clases, estaba más inclinada por irme con la opción de regresarme o incluso cambiar de clase, pero entonces...
- Blueness... ¿por qué tan nerviosa? -Maldita sea con el apodo, y con aquella inconfundible voz, de verdad, ¿cómo podía leerme con tanta facilidad?, él estaba viendo a ambos lados del pasillo, he incluso observaba el interior del aula que se encontraba detrás de mío. Parecía tener aquella actitud muy dispuesta a defender lo que creía correcto.
-No... yo... estoy practicando mi poema mentalmente. -para ser honesta, no era la mejor mentira que se me había ocurrido pero tampoco estaba tan alejado de la verdad.
-Entonces, sólo ausente, ni nerviosa... ¿por qué? -Él había dado un paso hacia mi, me ponía la piel tan eriza y aceleraba mi corazón.
-Tú sabes porque... -había sonado más cortante y distante del lo que esperaba, pero ya no había vuelta atrás.
Me aleje de él en dirección al aula y buscando con la mirada aquella mesa desocupada pero con gente a su alrededor para evitar tener contacto alguno con el chico de ojos océano.
Estas actitudes no eran propias de mí, pero también eran unas que muy difícilmente podía mantener bajo control. En ese momento, me gustaba pensar que él no se había ni percatado de lejos de todo aquello, y, francamente era lo más lógico.
Con el pasó de los minutos me sentía más inquieta, la maestra en el último momento, había decidido que elegir los poemas y las emociones al azar según la actividad, sería un mejor ambiente para la clase.
Yo no estaba de acuerdo, tampoco había hablado al respecto, me adapté.
-Bien, jóvenes, el que más mi intriga justo ahora... amoureuse, el amor nos hace pensar de distintas maneras- La profesora estaba revisando su lista sólo para confirmar lo que ya sabía.- Aspen. Muéstranos ese poema. -Me sonreía como si el citar un poema, fuera de lo más divertido.
