El jardín Evermore, aquel que guarda grandes historias, infinitos romances, preciosos paisajes... pero, sobre todo, dramas y secretos, algo muy digno para un joven; un joven que comienza adentrándose en aquel nuevo mundo, llamado "amor", pero muy in...
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-Entonces, ¿estás diciéndome que tu rutina diaria es hablar con Darkness todas las noches?
Habíamos terminado hace horas el desayuno y ahora nos encontrábamos en mi habitación, observando aquellas cajas que aún me aguardaban para desempacar.
-Por dios, no, lo de ayer, enserio lo lamento, suelo ser mucho mejor que eso...
-Descuida, está bien...
Y cómo por arte de magia, cómo sí hubiéramos rezado toda la noche por ello, Darkness comenzó a llamar al teléfono de Daylight.
-Creo que nos escuchó... -combate divertida, comenzando mi tarea de desempacar.
-Caray, pero ese sentido de predecir es lo nuestro.
-¿Qué pasa, Darkness?
Estaba ya riendo aquella caja que había perdido en el proceso de mudanza, mis libros más preciados se encontraban ahí.
-Mm... pues eso no lo sé, espera... -Daylight se acercó a mi, y me sonrió.- tengo una pregunta para ti...
-De acuerdo... -Estaba extrañada con aquella actitud.
-¿Nunca revisas tu teléfono?
-Oh... pues sí, pero en realidad no sé dónde lo he dejado. -Ambas instantáneamente comenzamos a observar nuestro alrededor en búsqueda de aquel objeto.
-Pues vaya que no lo revisas, hahahah...-Camino hasta el buró donde estaba un viejo tocadiscos, tocando el teléfono y haciendo un gesto confuso.
-Tienes razón, ahí está el mensaje.- se giró para hablarme directamente.- tienes un mensaje, ¿no responderás?
Sin entender lo qué sucedía, me acerqué a ella, y en efecto, para cuando mi vista repaso las notificaciones del teléfono, había una que particularmente me era extraña.
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SMS, 2:30 AM. +44 (0) 770 019 9428 (número desconocido): sé que te he dejado mi número, por si pensabas en algún punto, que era buena idea conversar... pero no he podido evitar pedir el tuyo y tomar la iniciativa de mandarte un mensaje.
